miércoles, septiembre 10, 2008

La Pampa-San José; San José- La Pampa

Estoy comenzando a coleccionar una serie de personajes que solo es posible encontrarse en los buses, en estos largos trayectos que considerando las leyes de Murphy, han sido en promedio de 7 horas (La Pampa- San José, San José- La Pampa).

El que sin duda se lleva el premio es una mujer que se sentó a mi lado la vez pasada. Se montó después del aeropuerto y yo creí que era la encarnación de María Motetes. Después, como tuve 7 horas para enterarme de su vida y milagros (todo esto sin que mediara alguna solicitud mía) supe que se llamaba Olga (me guardé de preguntarle ¿Olga Motetes???).

Desde que el chofer paró le anunció: Son demasiadas maletas, le voy a tener que cobrar un recargo. Casi casi con la intención de que ella las dejara ir. Pero no, las subieron todas al maletero.

Yo me había montado en buses con gallinas, sacos de cosas, y hasta perros en el techo. Esta, si se llevó el premio a la más típica, no fue por los sacos de verduras que hubo que subir a la cabina cuando el bus pasó por las aguas profundas de Santa Cruz. Se lo llevó por su higiene bucal: En el camino se lavó los dientes dos veces, después de subirse y después de parar a comer. Ignoro como hizo, porque yo solo pude mirar al chofer, que igual de sorprendido que yo, en ambas ocasiones abrió la ventana y ventilló la cosa.

Hoy, por razones de pura logística (que al final salieron mal) me vine en un bus que es para los que no quieren tener contacto con esa Costa Rica. No tengo nada que contar. Son viajes que no saben a nada. Una fulana muy proper que se quedó en un hotel del oeste, un par de suramericanos que se quedaron en un hotel de San José, un par de mochileros israelíes, y una chica de San Pedro a la que la ruta del bus tomó por sorpresa: No mamita, los $22 no se cobran por un transporte directo de La Pampa a la UCR por la pista. Se cobran para que ellos se queden en la puerta de su hotel sin tener el espectáculo de la señora de los sacos de verdura que se lava los dientes. Es el precio de un viaje sin personajes donde todos los que pueden (los que más) llevan un iPod para no tener que oír a nadie que no les guste. Ni siquiera lo intentan con los gustos musicales del chofer.

martes, septiembre 09, 2008

Pronóstico del tiempo

I

El enojo está servido.
Blancanieves en el armario.
Rubia espera la del tic-tac.

Lo que ella ignora:
Huracán en las aguas del marinero.

Se dice, por escrito y por teléfono, que tocará las costas el próximo sábado.
Daños... sí, se esperan y bastantes.


II

Deseos:

Que Blancanieves no despierte nunca,
que una mudanza la visite mientras duerme.

Que el marinero busque puertos en otra costa.
Urge.

Que se encuentre su océano en dónde gestar su mundo.

Que ella se salve del mal pronóstico.

Que todos aborden su avión a tiempo.