lunes, diciembre 19, 2005

El funcionario público y el humo que se va

No es que mi humeante vida sea un descontrol en fa mayor (aclaro, para que de mi personaje no imaginen lo que no es, soy fumadora pasiva), pero cada año creo convencerme más de lo difícil que me resulta predecir en dónde y bajo la marca de cuáles calorcitos, fuegos o incendios voy a quedar.

Es obvio que lo que por unos meses pareció coherente, al caerse, desarma los planes de fin de año, y que tal cosa como ir de paseo con el Orejoso, los simpáticos esposos dueños del que fue mi carro en otros días y su hermosa enana, it's soooooooo not gonna happen. No dejo de acosarme con la pregunta de si habré sido demasiado cándida vendiendo el carro a sus mejores amigos en calidad de persona de palabra, de que la relación con el Orejoso, y por lo tanto con su círculo, daba estabilidad como para imaginarse proyecciones a futuro, mediano plazo, no digo que 'pa toda la vida' porque no era aún el momento para decirlo. Digo nada más que no ví venir el balde de agua fría que me ha dejado con todo este incomodísimo humo en los ojos (de tanto vermelos a ver si amanecen ya despejados, la situación ha dado origen a que cuestione si no va siendo hora de tomar medidas preventivas y comprar mi primera crema antiarrugas!).

El asunto es que ese obligado cambio de planes para despedirme de la famosa Navidad (de la cual no tengo muy buen concepto by the way), despedirme del 2005 (¡gracias por acabarte!) y recibir la caja de Pandora del 2006, me dejó tirada haciendo las colas de migración cuando mi pasaporte (y la Ley de Murphy guiñándome el ojo) dijo: ¡Lero lero! Estoy con vos hasta el 18 de diciembre y no te podés ir hasta el 23.

La meta de esa semana consistía en llegar a mi cita del viernes a las 10:00 AM, para que unos días después me entregaran todos esos papelitos que bien cosidos me los piden para viajar. Pasaporte nuevo que llaman. Diz que el cambio de ambiente mejoraría mis ánimos.

Luego de la clásica presa de La Uruca llegué. Tarde (surprise!). Siguiendo instrucciones, directo a la ventanilla #6. La cortina de hierro abajo, se abre luego de esperar.

Espera #1: adelante, hombre treintañero con camisa a cuadros y barriguita, atrás, madre sofocada, blusa con escote muy bajo, brasier blanco con un lacito al centro –caso serio de fashion emergency-, niña de año y medio en sus brazos pega alaridos llamando a papaaaaaaaaaaaaaaaa.
El encargado ojea mis papeles, para eso le pagan. 'Todo en orden, pase adelante y se sienta'.

Espera #2 Jugamos a las sillas musicales… The Nanny en canal 6. Se levantan unos, se sientan otros… Adelante, el mismo tipo de antes, atrás, no me acuerdo. Espera espera espera espera. Mi turno. Me atiende Confianzudo Ramírez: Revisa mis papeles '¿Y para donde vas?' Levanto una ceja y respondo, ¿demasiado sutil o el tipo necesita un cursito de inducción al lenguaje corporal femenino? ¿Y cuándo te vas??? ¿Porqué es exactamente que me incomoda el vos???? No sé. No creo tener complejo de Miss Universo como para ver a todos para bajo, sujetos indignos de contemplar mi belleza –real-, pero me estoooooooorba tanta vineadera. Hágase para atrás. (mmm… bien, se formalizo el asunto). Firme aquí. Descaro total, tiene abierta una conversación en el Messenger… Fresco como pan Bimbo pues… Tome con este papelretirael14dediciembreenlaventanillanumero4 ahora tiene quepasarahiporsucedulaylashuellasdigitales.

Salgo, me cruzo con Pacífica. No me reconoce, o me ignora. O solo está siendo la tímida exalumna de la escuela pretty donde logré trabajar 7 meses, ¡Hola Paz! De los poquitos niños gente que sentí ahí. Abre los ojos sorprendida porque aun la recuerdo. Está con el hermano mayor, sigo caminando y ella le cuenta su asombro…

Me retiro. ¿mi cédula? Pero si nadie me la pidió… Bueno seguro que se enredó, hagamos la fila x aquello.
Espera #3 Adelante, una pareja, atrás, nadie. En la otra fila un joven flaquenco, en chorescortos y con muuuuuuuuucho pelo afro, caballerito él, ofrece sus servicios de cuidador de campo a una mujer con un niño en brazos, si quiere se puede sentar Sra, le cuido el lugar (aclaro que este buen cuidadano lo hizo de buena fe, no hay tal cosa como un cobro en esta escena). Una miss llama a su salvador porque: podés crreeeeeeerlo? Se me olvidó el papelito y sin eso crrrrrreo que no me dan nada!! Una pareja de novios universitarios hace fila cada uno por su lado. Sale Confianzudo por la puerta ¿a usted no le pedí la cédula??? Nop. Me la da…(por favor, se dice… pendejo) Camino, la saco, se la doy (por lo menos me sigue hablando de usted)

Espera #4 Continuación de la anterior. Otro funcionario ¿Fulana de tal? Sí. Pase un momento por favor. Paso. Mire, su trámite de solicitud de pasaporte fue anulado porque su cita es hasta el 10 de marzo. Ojos cuadrados. ¿QUÉ me dice, perdón? Si, mire, aquí en su comprobante está. Furia en mis ojos… Ok ok metí la repatota por no fijarme, aunque estoy segura que yo la pedí para hoy a las 10, dudas dudas, en medio de mi drama todo eso es posible, pero … Jesucristo Resucitado (catolicismo oportunista): ACASO NO PASARON ESOS MISMOS PAPELES POR DOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS PAGADOS PARA REVISARLOS!!!!??????… Toda la rabia junta (aprenderé a ser menos intensa con estas cosas) Y bueno ¿ud. me puede ayudar a resolver esto? Yo me voy este mes, es evidente que necesito un pasaporte antes del 10 de marzo. Bueno, tiene su cita para el 10 de marzo. Vuelva el 10 de marzo. O, puede venir lunes, martes o miércoles sin cita… ¿Y si no puedo? Ufffff (sofoco absoluto) Bueno bueno déme mis papeles y ya, ud no esta en disposición resolver nada en esta situación. Ahora toca hacer el trámite dos veces por no querer terminarlo cuando solo le falta corroborar mi huella. No se moleste yo de por sí no soy de migración (¡ESOOOOOOO! ¡Zafoooo!! Clap clap clap) yo soy de archivo policial y y y… y ya se mete la metiche de al lado, mire aquí estamos trabajando. No lo dudo, trabajando, pero no le resuelven nada al que viene con un caso especial que además ninguno de los que sí trabajan para migración supo detectar a tiempo, déme mis papeles y permiso…. Salgo… la vieja sigue hablando… me desea todos los improperios, lo sé. Faltó que alguno me dijera mi rrrrrsheina para terminar de reventarme la paz mental.

Tuve que volver el lunes por mi numerito. Poco auspicioso. 487. Tocó dejar la fila tirada, porque a pesar de que una vez con el número en mano el trámite 'es rápido', mis cálculos de tres horas no daban para haber terminado con mi juego de costarricense estafada, y estar a la hora, allá, en la provincia dando mi clase. Por lo tanto también regresé el martes, como ya no andaba para aguantar nada, pague por un campito (¡soy una corrupta! denúncieme el que quiera!). El maldito de Murphy se sostenía el estómago cuando yo muy contenta llegue a la primera ventanilla y me pidieron la copia y original de la cédula (por sapa, yours trully saco una fotocopia nueva y menos arrugada, y la cédula ... se quedó en mi casa metida en el multifuncional). Mi puesto terminó siendo como el número 130, con la suerte de ser atendida nuevamente por Confianzudo Ramírez '¿Pero ud no había venido ya?' (Volví por tus ojos, por tu encanto) En el mismo tono contesto: '¿Pero ud no me había anulado el trámite?' 'Ahhh sí, ya me acuerdo... es que viniste un día que no te tocaba' Aghhhh de nuevo el vos. 'Claro, entiendo que ud prefiera hacer el trámite dos veces, perder su tiempo, más mi gasolina y mis horas de espera, a aceptar que igual que yo, ud y quien revisa los papeles ahí al frente, pasaron por alto mi error y no está en su capacidad dar un aporte a la solución más conveniente'. Le dediqué una de esas miradas de espanto tan espantosa, que no me habló más. El viernes fui a hacer mi última hora de fila para retirar, y pude ver (sonido de suspiros en off!!) a Confianzudo por última vez en la semana. Tampoco me habló.

¿Qué clase de país es este??? Funcionarios públicos sin voluntad de servir, y mucho menos de ser públicos… ¿en qué momento nos dedicamos a financiar una ‘educación’ en la que priva el ‘sálvese quien pueda’??? ¿esta gente recibió alguna lección de educación cívica que le dejara algo?

No lo dije, por miedo al fuego incontrolable, pero lo pensé: Mire señora -y señor-, yo también soy funcionaria pública. Y preferí morirme de la vergüenza o lo que es igual tragada dignamente por las entrañas de este planeta, antes que decirle a mis alumnos que las autoridades dieron permiso de suspender los cursos de verano para ir a la fiesta de la asociación solidarista. Fíjese que a mí me pagan un 40% de recargo por dar clases fuera del semestre regular, y no puedo ser tan vivaza y tan ladrona de irme a la ligera a festejar justo cuando mi función y para lo que me paga este país es para trabajar en la titánica tarea de formar ingenieros con un mínimo de sensibilidad hacia las artes ¿Capta la diferencia de actitud?

Avisos económios, sección de trueques: Cambio país d ls maravillas x la endija del Conejo (carajo no sean malpensados! Hablo del Conejo que va tarde y se tira x un agujero), un huequito para dejar salir el humo de sus incendios. Un par de veces al año.



5 comentarios:

Solentiname dijo...

No te envidio ese periplo migratorio...

Jules dijo...

waaaaaaaahahahaha... demasiado buena la aventura de migración..

Buena como una migraña a plena luna de medio día. También he estado en esas mismas de chicha con la incompetencia de ciertos funcionarios públicos.

pd. La próxima reunión de tejido es mañana en el outlet mall a las 6pm. Vamos a estar en el foodcourt ahí por el café rumores. Seremos las tejedoras :P

Jen® dijo...

yo fuí a migración hace un par de meses, cuando estaba el boom de los pasaportes y la gente amanecía en las filas.
ese día la prensa estaba cerca y escuché a una funcionaria indicándole a sus subalternos que 'sonrían y respondan todas las preguntas con amabilidad'.. claro, por si alguien quería quejarse.
pero su historia me hace recordar que no todos los días hay camaritas que obliguen a sonreír.

Fabián dijo...

Aqui otro funcionario público que se apena de la mayoria de sus compañeros por las características antes descritas... Espero y no llegar a esos extremos por Dios!!!

jaguar del Platanar dijo...

Increíble relato... aunque creíble más bien si pensamos en todas las instituciones cuyos trabajadores se preocupan más por la ley del mínimo esfuerzo que por el interés de servir a los demás.
Cuando leí esta historia recordé mi amargo trajín para obtener la licencia, en una oficina en la que dominaban las malas palabras y el tortuguismo.

Espero que su viaje haya sido todo lo contrario a la experiencia en Migración.