martes, marzo 28, 2006

Corazón de potrero



Son muchos los Caminos...

Muchos los Deseos...

Son muchas las Ilusiones...

Muchas las Esperanzas...


... Pero solo uno es el camino del Corazón...






Teatro Tol, grupo belga
FIA 2006, domingo 26 de marzo


El corazón de potrero, imaginenselo como sera, no es como se llamaba la presentación, es otro de los famosos terminos que acuño a traves de don Gui... Ayer volvió a salir en una de nuestras reuniones marca ¡PTUAAAAJJJJ!!!!, en La Provence, donde no todo es malo ni todo desespera como a veces me parece, hay cosas que se ganan gracias a los compañeros con corazón de potrero...

PD: no encuentro la tilde, las disculpas del caso...











martes, marzo 21, 2006

Las reglas de consumo

No deja de tenerme sorprendida la variación en mi poder adquisitivo una vez que hago el recorrido por el Depósito Libre de Golfito. Resulta que ahora tengo los modelos que en San José eran los incomprables… los que tenía apuntadillos por vara en el cuaderno, y por los cuales solamente podía dejar escapar un ridículo suspiro de quinceañera.

Pasado el tour relámpago que recomendaron varias voces amigas, el equinoccio de primavera pasó hoy por el Humihogar, y trajo del Sur en un camión de Transportes Alcampo mi refri, mi cocina, y mi lavadora… tres florecidas facturas, tres nombres diferentes:

Factura - Artículo
422091 - Lavadora
422093 - Refrigeradora
194456 - Cocina

Hubo un problema matemático, que no calculamos originalmente mis acompañantes y yo (humimamá y humisis)… Como humisis no pidió ‘tarjeta’ no podía comprar. Muy puesta al camino la sis, tuvo en ese detalle la excusa perfecta para quedarse durmiendo toda la mañana del domingo. Las tarjetas de nosotras aunque sumadas daban el derecho al monto correcto, por burocracia no podían traspasarse o acumularse saldos. Y ninguna combinación de facturas daba el monto exacto. Entonces viene esta próspera industria criolla de los que compran, venden y cambian lo que va sobrando en las tarjetas de facturación, que le permite a personas despistadas e ignorantes del sistema como yo salir con lo que quieren.

Muy alegre le decía al tipo del ‘negocio’: ¿A ver, ud dígame, aquí para que pusieron las reglas si al final todo el mundo compra y hace lo que le da la gana????

Solamente se rió… y siguió ayudándome a hacer y comprar lo que a mí me dio la gana. Bueno, a cambio de algo que nosotras teníamos. Lo cual quiere decir, que en mi expediente consta la compra de: una lavadora, un microondas, 12 botellas de Ron Bacardi claro y 24 cervezas Corona. El de Humimamá me supera (¡pucha, las mamás siempre superan a sus hijos en astucia!): una refrigeradora, un horno tostador, 12 botellas de Whisky Johnny Walker Etiqueta Roja, las mismas 24 cervezas Corona… ya que estábamos ahí, pues coincidimos en que se podía hacer la fuercita para arrimarle 4 botellas de vino (en cuenta las dos de la inauguración pendiente)… pá que no le falte. Cualquiera lee eso sin leer entrelíneas y piensa que somos una familia unida que empina el codo muy unida.

De igual modo, aquí viene el trago grueso del post, en la tarjeta de U. Fernández Bejarano constan las mismas 24 cervezas, las mismas 12 botellas de alcohol destilado que no se va a tomar, y una cocina de gas… que como por obra de los hilos enredados de la Divina Providencia, acabó sus días golfiteños en el mismo camión primaveral que mi refri y mi lavadora, y de pura casualidad, está ahora justo en mi cocina. Mmmm… sí, es cierto… ahora que lo recuerdo… de pura casualidad… esa cocina la pagué yo gracias a la venta de una de las tres gracias cuyo trasero vieron y aún pueden ver en un post previo (calma pueblo que está en buenas manos, la compró la mamá de Pastelito). Dicho en cristiano (judeo- culposo cristiano les adelanto): U. es descendiente directo de los primeros y originales habitantes del país de las maravillas, de eso no quedó duda. Gracias al favor que nos hicieron los españoles de educarnos y civilizarnos, él y su pueblo quedaron marginados del famoso progreso de este país tan corrongo.

El domingo, en esta carrera de tropiezos por insertarse en el progreso, Humo pagó por unos chunches que esperamos le duren bastante, y que no sabemos dónde acabaran sus días cuando dejen de cumplir su función (¿será una chatarrera? ¿o será que para entonces ya contaremos en el país con un lugar respetable para disponer de este tipo de aparatos?). Humo se ha sentido mejor estos días de cambio, porque se sabe protagonista de ciertos éxitos personales que implica la independencia espacial y el comenzar a acomodarse sola con sus proyectos y metas recuperadas.

Mientras tanto, ese mismo domingo por la mañana, U. llegó a Golfito como probablemente lo había hecho hace 6 meses; y en la misma carrera de tropiezos por arañar el progreso, volvió a vender sus derechos de compra por una suma ridícula y probablemente indigna que desconocemos, que seguramente ofendería a cualquiera que en otros tiempos haya sido buen cacique de esta tierra. U. se sintió mejor ese día porque le entró esa platilla tan ansiada. Mínimo vergüenza siente uno al reflexionarlo. ¿O acaso exagero?

Llámenle culpa no vendida, arrepentimiento, mal de conciencia por participar en estos chorizos. Me cuesta, unas veces más que otras, al menos me incomoda sentarme plácidamente en la situación (igual que en La Gran Mentira), me incomoda como para no sentirme indiferente a las conclusiones que saqué, actuando con la desidia de quien no ve lo que ocurre en su país como problema suyo.

Consumiré alegre con mi cocina, y muchos serán los convidados… pero por un rato no sé que tan largo, consumo también esta culpa, que no sé de que tamaño es. Sin al menos escribirlo, no podía irme a dormir tranquila porque ya hoy no tuve que comprar hielo nuevo para la hielera.

jueves, marzo 16, 2006

Las 11 puertas

Esta noche decidí que ya era hora de confrontarlo, después de despachar a la Tía Lina que pasó a chismear qué es la cosa, no invité a nadie más a ver mi sala de rombitos y mi comedor zen.


Y con un poquito de tiempo ocioso para el sano ejercicio del bloggeo, en otras coordenadas no muy distintas, la serpiente que cambió de piel pero no de color, se sienta en la misma silla de siempre. Son muchas las sensaciones y los paisajes horrorosos que me trajeron hasta aquí. Me estoy probando a mí misma que es cierto lo que esta tarde le decía a la Interlocutora de las velitas: Sería una gran mentirosa si dijera que me siento sola, que me falta algo, que la vida sin tele y con una hielera por refrigeradora es terrible, ¿cómo me voy a sentir sola si me acompañan todos mis libros, el proyecto de las cortinas de la sala pendiente, 7 tejidos a medio camino, 40 kilos en pelotas de arcilla, mis lápices, mis hojas en blanco, 3 cajas sin acomodar y un jardín de manzanitas sin regar??? Faltan cosas es cierto, y faltan algunos personajes, pero sería muy atrevida y Super Jetona (¡nueva antiheroína para el repertorio de superhéroes!) si dijera que me cubre el manto de la soledad.


Antes de contabilizar las puertas que he comenzado a administrar hace unos días, debo decir que el edificio que aloja el nuevo Humihogar está cargadito de personalidad y colores de sano Sol: rojo zapote (zapallo como dije en un ataque de daltonismo) y verde botella… O colores de restaurante Chino -© de Tiro Loco-

Entonces, ahora sí, se las cuento sin contar el portón de la cochera: el nuevo hogar tiene 11 puertas. 11 puertas que yo abro y cierro a mi antojo… respetando ciertas convenciones de seguridad: La puerta de entrada al edificio se mantiene cerrada con doble llave. La del apartamento también para que Pinky no ande de tour por las escaleras y se jale tortas con los vecinos que no conocemos. La puerta del jardín trasero la abrimos solo bajo supervisión… también porque Pinky se puede ir brincando la tapia al jardín del vecino… y eventualmente podría convertirse en la proteína del arroz (mis disculpas a los lectores del caso… es un chiste malo e inevitable dada cierta característica de mis vecinos contiguos). Me vengo a dar cuenta mientras escribo, que una parte de la dinámica de abrir y cerrar puertas en este nuevo lugar viejo la determina mi mascota (sí, mi mascota de vieja chocha, sola y amargada como diría alguno bien burro y merecedor de una depilación con pinzas pelo por pelo de su cuerpucho). Pero la otra parte, la que no consiste en cerrar la sala, el estudio y el cuarto de los embarrijos –aún sin ordenar- cuando me voy y evitar que el bichito me desarme la casa que apenas estoy armando; la decido yo con mis humos. Yo mando aquí –eso creo- con todos mis coletazos, mis complejos, mis certezas y mis virtudes. Yo soy quien dice cómo, cuándo, a qué horas y a quien convido. Eso, pero tampoco soy tan fea.


Recibiría a cualquier buen amigo que me lo pida de buena manera. A cualquier querendengue mientras que no venga a iluminarme la vida con sus prejuicios de que tan ‘cool’ o ‘exéntrica’ debe ser una joven adulta intentando ser artista mientras para vivir trabaja medio tiempo de dando clases en La Provence –ya sabemos que de ‘in’ tiene muy poquito y hasta Don Gui se queja de cuan temprano le cierran la pinche licorera-. Recibiría a cualquiera que ante todo, pudiera ayudar a hacer crecer y reconstruir ilusiones diluidas, talentos recuperados. No pido letrados, o terapeutas que me pretendan curar la locura. A lo mejor es que hasta ahora lo noto como para ponerlo con todas las letras que necesito.

Están estos personajes con vocación para el hurto y el desorden de la dignidad y el fueguito interno. Llegan con gran escándalo, se anuncian tocando las puertas como se anuncia con chispas una coca cola (Akí toy: ‘Toma lo bueno’), meten gente, te llevan por otras entradas ‘nuevas’, te pintan en la puerta más grande que había un formidable oasis en el desierto. Y salen como los miserables… no por las puertas, ni siquiera por las ventanas, sino escapando por los rincones que le pertenecen a las ratas y a otras creaturas inmundas. ¿Será necesario fumigar con algo más poderoso que el Baygón para que nunca vuelvan?

Existen otros, los sigilosos, los discretos, los sutiles. Sin tocar se cuelan por las puertas y las hendijas. Terminan entrando por cualquier parte, como el agua cuando quiere correr por los cauces que le da la geografía. Terminan llenándolo todo. Acompañados siempre por la novedad. Se pueden ir de la misma manera pausada. O volver cada vez con más fuerza pero con menos frecuencia. Puede también que se queden ahí para llenarlo todo con sus aires. ¿Serán estos los que no le temen al cambio, a compartir el espacio? ¿A remodelar incluyendo de lo viejo lo bueno... porque tal vez no siempre haya que tirarlo todo cuando cambia el sentir de los tiempos? Serán acaso quienes están dispuestos a querer… no de la manera boba y linda de los cariñitos vacíos que casi cualquiera puede dar. Son personajes siempre bienvenidos porque de alguna manera saben que hay que tener muchas pelotas para querer de la forma correcta –otro © de un tiro atinado de Tiro Loco… una que ha sido sensata estos días de mutación-, no es moralismo, querer-querer, quiere decir que hay algo en ese vínculo que te pone a crecer por acción de otro. No dudo por ejemplo que mi papá nos haya querido a las tres, que amistades perdidas de vez en cuando extrañen nuestra risa y compañía. Pero es que tendríamos que ser bestias con pelos (o sin pelos, uds escogen el disfraz), sin cerebro para querer asomarnos a soles que no alumbran, quedarnos cerca de fuegos que no calientan, aguas estancadas, aires viciados, materia podrida… Habiendo elementos notables caminando por ahí, no es extraño que dejemos de hablarles a los que nada aportan. ¿Hay acaso una buena razón para hacerlo? ¿Me convierte eso en una tacaña sin compasión en el pecho? (la respuesta no es como que me quite mucho el sueño)

La otra semana tenemos refri, ¿cuándo vienen a inaugurar oficialmente?




PD: Pinky, sigue viviendo feliz y agradecida, querría salir al jardín trasero más a menudo, mientras tanto se conforma con el de las manzanas. Infames visitantes le han dicho que se engordó con la pasada, que le dio ansiedad el cambio, y que ha comido harto. Yo pienso que está fit. He dicho.

jueves, marzo 09, 2006

Serpiente Humo muda su tercera piel

Dermis, ropa y arquitectura. Ha llegado la hora de mutar.

400m Sur, 10m Este. Oportunamente diré cual es el punto de referencia, un ícono de la globalización que hasta un bebé reconoce.

Tengo por delante la tareita de poner mis 4 tiliches en cajitas en las próximas 36 horas. Como dijo Sirena, llevarme solo lo que quiero, y no mudarme con polvo porque sería muy mal comienzo. Y encima me pongo a bloggear!!! Jejeje… nadie dice que le estoy huyendo al trabajín.

Digamos que por un rato me lo merezco. El martes por la noche la ciudad se me hizo más chica de lo que ya es, con una Sirena cantora como testigo (¡por segunda vez mujer!). Ninguna sorpresa, quizás solo algo indigesto el tema… try to guess… again… the subject shall not be named… Shall not be remembered… Shall not be tought. Todo en voz pasiva por favor. Por mandato de mi voz activa.

Además ayer La Provence estuvo juerte y poderosa. Estas ocurrencias del Día Internacional de la Mujer terminan afectando el trabajo y la agenda de una Mujer atropelladamente (mujer que vengo a ser yo). Es un caso terrible en el que no me le puedo meter al Tren, ni si quiera puedo berrear con un mínimo de decoro porque es políticamente incorrecto que diga cualquier cosa del Tren. De la crema y nata que retrasó mi almuercito con las yayas (mis tías postizas y provenzales). Pero bueno, supongamos que yo me lo busqué, ahí trabajo, y ahora me aguanto como las machas (así sepan uds. que soy una gran llorona).

El Buen Hermano Pablo se asoma a mi oficina y me dice con cara de susto:
-Humo alístese, que ahí viene la Equilibrada Genérica con el Gran Jefe.
-¿QUÉ CÓMOOOOOO????
-Sí, ahí vienen….
-Di, pero si a mí nadie me dijo nada. Y esta señora haciendo estos inventos a estas horas… con el ensayo de danza de por medio… si ella con costos y me pidió permiso me imagino que traerá algo preparado… Porque aquí no hay comida, no hay galletitas, no hay ni un vaso con agua para ofrecerles… ¿O yo debí asumir que telepáticamente ella me estaba enviando una orden para servìrselas en bandeja de plata????

… Como todo es posible… eso último también es posible…

Cuando el Serafín se dio cuenta no hallaba donde meterse de la pena … y yo digo ¿cuál pena? ¿pena porque otra gente no comunica nada????? Don Gui también se dio cuenta y no pudo más que hacer su acto de aparición… y luego su acto de escapismo porque también tenía ensayo. Don Buenoparanada ya se había ido a almorzar a su casa y se ahorró la saliva y la molestia. Entonces, el comité de bienvenida estaba compuesto por yours trully tratando de poner cara de persona equilibrada y formal.

El Gran Jefe se acerca, baja desde sus alturas:
-¿Cómo me le va? ¡Un gusto verla! ¡Muchas felicidades en su día!
La más despistada, no sé a qué se refiere… las pinturas son de otro mae, yo solo accedí a la solicitud (antojadiza, de la Equilibrada Genérica) de colgárselas, y en automático le contesto:
-Igualmente… -¡MIERDA! qué pelada… Humo se sonroja, metimos las paticas y mientras la Equilibrada Genérica mira socarrona de pies a cabeza, pero Humo piensa… di sí, total que todos estamos aquí por alguna mujer, y si la cosa ha ido cambiando es por trabajo de ambos géneros. Trato de arreglar la torta- … ejem… un gusto tenerle por acá… ¡debería visitar más a menudo!

Desde el año pasado le agarré tirria a la fecha, o mejor dicho a como la institución provenzal se la toma, aquella vez con aquel famoso afiche mal ilustrado con el dibujito de Van Gogh… que no solo era ilustrar a la mujer con los ojos de un hombre… si no ilustrarla con los de un hombre decimonónico… uno que tenía un expediente clínico que dejó claro para la historia que el tipo era un loco esquizofrénico (con mucho talento eso sí).

Eso es solo un botoncito de jlor. En la ocurrente Provence puede pasar de todo. Ocurre que yo participo con mi libertad de cátedra. Ocurre que yo por la mañana le inyectaba la suspicacia a mis estudiantes, los alertaba contra este pancismo colectivo que todo lo celebra y donde cualquier pretexto es bienvenido para fanfarronear a conveniencia. Arte de por medio, con todas las poses smartypants que dejan a pie a la mayoría. Justo en un momento en que se debería ir incluyendo a más gente.

Ocurre que el gran Jefe se pone a conversar más conmigo… ocurre que no tiene ni idea de cual es el departamento exacto en el que trabajo y lo confunde todo a pesar de que me ha visto y saludado varias veces, yo debo aclararle, no, ahí no –y reprimo el ‘ahí no… pero justo ahí es donde quiero que me trasladen, ¿me ayuda?’- uffff no tiene ni idea de qué hago a pesar de que fui yo la que anduvo jodiendo por todo lado con el famoso Homenaje al Muerto (¿no les digo, yo que ni lo conocí y el Muerto se la ha pasado jalándome las patas desde que llegué a suplantarle??) , al cual todos llegaron a jugar de importantes y solemnes compañeros… y yo invisible del otro lado del espejo… carajo! Y ocurre que este año el Gran Jefe quiere, dado que lo recibimos con los brazos abiertos y los vasos vacíos… y aunque yo debiera celebrar la llegada de la equidad al mundo (cuando menos el anuncio comercial), no dejo de levantar la ceja antes de comenzar a creérmelo, porque aunque él quiere ahora, para un día y una hora específicos, ocurre que yo no le puedo contestar con una pregunta amable, porque sería agresiva y malcriada como tantas veces han dicho de mi los personajes importantes. Esta es la pregunta fetal -nonata-:

-Ok don Gran Jefe, señor Todopoderoso, cuando usted diga y con mucho gusto le complacemos en el Azul Espacio, pero entonces, con doña Byeza de testigo, juguemos a la equidad: su capricho concedido, con todo y querubines provenzales amenizándole con 3 piezas en el arpa. Pero a cambio, 3 veces al semestre, cuando yo diga y coordine en mi agenda, se harán realidad 3 antojos y ud que tiene el poder, igual que ahora, me va a dar presupuesto para ejecutarlo todo con decoro y dignidad. ¿Jugamos en el bosque mientras el lobo no está? ¿O el bosque de las artes sigue siendo trapito de dominguear para cuando llega el lobito?

¡Seeeeeeeeeeehh!… Feliz Día de la Mujer, felicidades a ti Humo… Aunque ya sabemos que al rato y te iría mejor, si no solo fueras esta mujer, sino que fueras una mujer Bruja. Y con escoba.

Me retiro sin más quejas. He de hacer que este fin de semana, sin falsos esfuerzos, mi felicidad sea la mutación. Ya volveré para hablar de mi nueva piel, las nuevas puertas y de la nueva administración para su excelente funcionamiento.

domingo, marzo 05, 2006

La mutación y el susto aprehendido*

La Sardina Albina reclama la falta de posts. No escribo éste por complacerla, bien se sabe que no soy quien para escribir por escribir, pero va y no es tan malo que le amanezca uno para el entretenimiento de la mañana del lunes.

Tal vez sin darme cuenta se me han ido los últimos días entre el responderme porqué hago cerámica en estos tiempos galpantes de tiliches plásticos ‘made in china’. No puedo evitarlo y debo tenerlo claro. End of story. En buscar hogar por 8 o 16 horas los fines de semana, desgastarme pensando como iré a rendir el dinero, que si Pinky irá a estar cómoda, que si las piezas, que si la Bienal de Cerámica con todas sus injusticias, de las cuales aquí no puedo berrear porque el país de las maravillas es chico y no faltaría quien diga que hablo solo porque tengo sangre en el ojo. Que si me decido a enviar algo a la Bienal del Textil con todo el enredo de hacer la creación entre hombre y mujer. Que si la terapia. Que si los 8 ovillos de lana nuevos, más los viejos que piden ser tejidos. Los zapatitos cochinitos. Las adecuaciones para el alumno sordo. Que si un préstamo en la asociación para poder refrigerar mis alimentos. Que si mando ya a comprar mi horno. Que si el mae del container amigo de los M&M’s me lo trae. La tela perfecta para las cortinas. Y por su puesto, número uno en la escala de prioridades de Humo: Enmarcar la serigrafía de los abuelitos de Andrea para la sala. Quizás el Humo se está reclamando espacios para no reflexionar, llenándose la agenda de cuanta cosa sea posible. Dejar la cara larga, porque los espacios de reflexión tienen este potencial atómico para acabar en llanto. Hacer porque ya se vuelve muy denso estar pensando. Ocuparse para huir de los pensamientos incómodos. Sobreponerse al susto que dan los cambios. Un susto aprendido.


Espero no estar atravesando por esto en vano ¿cambiar para que todo sea igual o peor? ¡Oh por Dios!! Si existes allá en los cielos espero no permitas que tal cosa ocurra (en efecto, también atravieso por la duda maniaca de si ese gran Dios que premia a los esforzados exista).

Ayer llevé a mis dos grupos de tour guiado por cierto lugar -que debería ser emblemático- de la capital. A algunos pupilos provenzales –de 18 añitos- hasta tuve que dibujarles un mapita y anotarles el nombre de una línea de bus para que pudieran llegar. Que 'juerte' dijo Sole. El primer día del semestre, a duras penas, responden mi pregunta, y entre 25 personas venidas de buenos y malos colegios logran mencionar a 18 artistas, de los cuales solamente 4 son costarricenses: Jiménez Deredia, Paco Amighetti, Paco Zúñiga y algún pariente que pinta. Si de casualidad haciendo zapping uno muy curioso vio la película, logra mencionar a la única mujer de la lista: Doña Frida Kahlo. ¿Qué carajos les enseñan en las horas de Artes Plásticas???

Se me iluminó un poco la mente cuando de paso por el salón con los rostros, comparábamos aquella medusa perfecta de proporciones griegas y ajenas con otro rostro demacrado, con arrugas, dientes afilados, desesperación. Piensen en esa actitud les dije, la de querer ser perfectos, verse bien para que nos contemplen ese espíritu en calma, digno de dioses, porque es el ideal, así hay que ser para ser buenos, queridos… Por el otro lado ese rechazo visual al rostro deforme, mutante de emociones, lleno de miedo inventado. Todo aquello que cambia es malo, feo y grotesco. Todo aquello en contacto con las emociones internas es terrible siempre que esas emociones internas no calcen con las emocione divinas. Yo supongo que en la cruz Jesús se veía más como el segundo cuadro, ahí me disculpan lo blasfema… ¿qué no se trata del cuerpo clavado de un hombre mutando hacia lo sublime?

Le tenemos pánico al cambio. Yo al menos, tengo esa primera reacción casi por instinto. Y probablemente el día que me entere de mi primer embarazo reaccione con sustillo (mayor o menor) ante la idea de habitar un cuerpo que se va a pasar 9 largos meses cambiando todos los días sin que yo controle plenamente la transformación. Como si fuera un fenómeno tan peligroso y destructivo como las bombas atómicas. Lo ideal son estos cuerpos que nunca cambian y se ven eternamente jóvenes y radiantes, sin huella alguna de la naturaleza de la que estamos hechos. Está bien hacerse favorcitos, no digo que haya que verse como un fantoche, pero hay un punto en que ya es mucho con demasiado. Aquel en el que el mundo se vuelve un lugar bastante esquizofrénico, con demencias de varios tipos y artificialidades de las que no quiero participar.

Quisiera abrazar los cambios con la tranquilidad y la certeza de quien conoce que una de las tantas verdades del Universo es que así como hay cosas que permanecen, hay cosas que se transforman todo el tiempo. Y eso no tiene porqué convertinos en personas inestables emocionalmente que hieren a otras con sus rollos.

La Naturaleza no es el enemigo. No quiero jugar a dominarla porque es un juego que siempre voy a perder.

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*Aprehender: Coger, asir, prender a alguien, o bien algo, especialmente si es de contrabando.// La industria del susto, como aquella de la culpa que Don Gui proponía vender, es mercancía apta para comercio ilícito.

La foto corresponde a la runa eihwaz