viernes, noviembre 23, 2007

Intercambio de quirófanos




A veces, un alma amiga nos hace abrir las tapas de un libro que atesora.

Con palabras llega un regalo que no es un libro, es un bisturí para hacernos una cirugía importante en alguna parte enquistada del espíritu. Sin anestesia y sin enfermeras que cuiden de la cicatriz.

Mi regalo, ese que me fue leído la primera vez hace 24 años cuando yo sola no podía, decía:

"La palabra es fuente de
malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más
cerca..."
El bisturí de la cirugía que me corresponde, a la página 40 de 274, además de los nervios y el dolor de corazón que me da al pasar las páginas, me hace sentir el frío más frío del metal, y el calor de la sangre hirviendo a punto de salir.

miércoles, noviembre 21, 2007

Escuela para Novios. Parte II

Ya graduada de la Escuela para Novios, yo regreso aquí a ejercer mi más legítimo derecho al berreo.
Un sapiens sapiens con una guitarra al hombro y algo de voz hace una "charla musicalizada" (a la que al menos, llegamos tarde). Habla y habla como uno que acaba de aprender a conjugar los verbos. Cuando se hace insoportable seguirle los pasos a la despoesía de comparar una esponja dentro de un vaso de agua con el corazón que absorbe el Amorssssh y el Perdón, yo emigro a mi mágico mundo de colores y pregunto " ¿este tipo qué carajos está pensando de la vida condenando al fracaso????????
¿Qué es el fracaso??? Además de ser siempre una de las opciones, es una parada en la que definitivamente nos detenemos alguna vez en la vida para cambiar de autobús. Uno de las tantas respiraciones que vamos a inhalar.
El sapiens sapiens continúa. Cita las estadísticas de divorcios y la embarra. Vuelvo a poner goma loca en mi silla. No sé cuanto sentido común haga falta para enterarse de que un par de canciones no bastan para revertir las cifras e iluminar al mundo. No sé que se necesita para entender que el fracaso es un derecho humano, y un deber que de fijo todos cumplimos. Tampoco estoy yo para vivir convencida de que una relación se saca adelante pidiéndoselo a Dios todos los días durante 3 minutos. Ni que sus amigos se van a reconciliar porque entre 20 lo pidamos al cielo.
Hay un lugar impreciso en el que lo que podrían ser certezas de corazón se funden con la ingenuidad.
El tipo sigue (la tortura es grande y apenas es sábado). Ahora resulta que hay que saber soportar... Regreso al país de las maravillas, mmm... a ver, a ver, ¿qué clase de verbo es soportar? Sostener o llevar sobre sí una carga o peso; o peor aún, sinónimo de sufrir. Yo no digo que en la vida no haya que sufrir o cargar cargas de peso pesado. Digo que es absurdo poner ahí la energía cuando lo que hay que saber hacer no es soportar, sino alivianarle los kilos a la adversidad. Cosa que es imposible sin la flexibilidad que le deja las puertas abiertas a los éxitos y los fracasos que acompañan al Universo.
Soportar viene siendo una palabra asociada al terror. Al espanto de verse alguien obligado a permanecer en una situación sin derecho a mover los hilos para que cambie. O bien, cambiarse de hilos, o cortarlos si los esfuerzos son reiteradamente inútiles. ¿Se soporta o se sobrevive la falta de amor???
Soportar la parte II fue ese mismísimo espanto de permanecer sin poder cambiar nada.
El terror de terrores... permanecer para oír una homilía horripitufante: escuchar mentir diciendo que la ley dirá algo que no dice.
Reprimir (otro verbo demoníaco) el pensamiento: "Don Curita,¿usté anda en dorgas o qué??? No se habla de legalizar matrimonios homosexuales. Se trata de legalizar, de ordenar las uniones civiles con sus derechos y deberes y todo lo demás. No sea tan feo y deje de mentirle a la gente de esta iglesia de barrio fino."
Reprimir otro zapatazo, esta vez, no para un novio de otra que se levanta a decir sandeces, sino para Don Curita. Con África no se meta si no maneja bien las estadísticas, ¿se da cuenta de que reemplazar la campaña de póngale condón por una de inventar la abstinencia en la cuna de las caderas no es exactamente el trazo del camino que lleva a un continente donde el SIDA se reduce??? A mi hija nonata, no concebida y a su hermanito, les hablaremos claro aquello que haya que conversar de sexualidad. Y que las tengan tan bien puestas que sepan decir que sin forro no hay shake seguro, porque el espíritu santo podría estar muy ocupado para cuidarlos si ellos se descuidan. ¿Con todas las madres solteras y adolescentes que tenemos en este país??? ¡Vaya a molestar a otra parte!
Finalmente, todo acaba y tenemos nuestro papel. Fue más incómodo de lo que me imaginé. Una concesión cara. Una angustia más grande que la que yo pensé invertir en la Escuela para Novios.
Siguen otros preparativos de angustias variadas, para el saltar en bungee. Inalámbrico. Sentir el precipicio. Aprender a volar en el abismo.

jueves, noviembre 15, 2007

Escuela para novios. PARTE I

No creo en Dios. Y sin embargo me siento una persona espiritual, ¿es eso posible sin entrar al territorio universal de la contradicción???
No voy a misa. Me gusta el aire dentro de las iglesias y me choca que le retraten siempre con todas las espinas y tanta sangre.

Desde ese breve retrato de mi yo religioso, el sentido de buscarle sentido al porqué de un curso prematrimonial no aparece en mi cabeza; y mejor, ni lo busco. Voy porque para vos es importante. Y en esa silla permanezco sentada 16 horas de nuestro fin de semana con goma loca mental para mis nalgas.

Y voy, porque con vos vale la pena comenzar a cambiar las historias familiares. Porque es hermoso, poner flores y frutos antes de comenzar a inventar un lugar para nosotros y para aquella Pequeña cuando quiera venir. Voy porque, me di cuenta que para casarse hay que hacer fiesta. Casarse y embriagar a los amigos con la misma felicidad. Casarse y no esconderlo. Casarse y repartir Todos los Besos. No dejar nunca que ese día se vea pequeñito, ni ese día ni con el tiempo. Casarse y que conste en fotos para los álbumes, las salas, los amigos y los rincones que se le escapan a las actas. Casarse y regar nuestros pequeños arbolitos, que no duran para siempre (sí, Luca, aquella belleza hecha bonsái se nos secó y ahora tiene un hermanito menor en La Pampa). Parasiempre es un lugar que se riega, se besa y se abraza todos los días. Y aún así no pierde su derecho a mudarse de universo un día de tantos.

Y yo me quedo ahí sentada.

A veces perpleja, me acompaña: Barbie y los restos de lo que pudo ser Ken. A Barbie le explican qué significa cuando el cura dice que “eso es estar MFT”… ella está ahí en léxico de la calle. Ha de ser curioso contemplar como una pareja centrada les explica a los otros 14 las virtudes del ahorro y de administrar bien el dinero de los dos y cómo es enorme la tontería de comprar un anillo de compromiso de 350000 colones si el salario no da para eso… Yo intento imaginar que pensará de los que estamos al otro lado de su dedo y su anillo de 7 diamantes… curiosos humanos aquellos que no salieron de una caja de Mattel…

A veces, molesta por lo que considero un mal ejemplo (sí, yo sé, es un juicio de valor), escucho de cómo una joven pareja se hizo pareja luego de cambiar las posibilidades de crecimiento profesional que ofreció la juventud por algo que se me parece más a la palabra “infatuation” que a un proyecto de pareja. O de amor. Más incómoda que nada de saber que el rechazo ocurrió no una si no dos veces. Pero segura de que alguien que se lo merece está en España y tomó las becas que ambos dejaron pasar.

Más allá de la incomodidad, me sostengo la lengua cuando escucho condenar así no más a todas las que abortaron, a las que lo están pensando y a las que, le pese a quien le pese, un día lo van a hacer. Como si existiera en el mundo una sola mujer que piense que nació para eso y que es exactamente lo que quiere hacer de su vida.

Me aguanto lanzar un zapatazo cuando un novio muy dueño de la verdad se deja decir que tanta promiscuidad es culpa de la tolerancia, de permitir eso de la homosexualidad abierta a diestra y siniestra.

Y me quedo perpleja cuando los escucho a ellos dos, luego de 37 años, contar todo lo que les pasó… porque es de que no estuvieran ahí juntos para contarlo.

Hace un par de días más 365 que hice la tarea y uds me pusieron un check.
Hoy tengo una tarea de valientes mayores.
Un paisaje verde y una cuchilla suiza.


jueves, noviembre 08, 2007

Una barra de jabón gastada

Por la calle, se ven cosas insólitas, como su barra de jabón azul que ya se gastó, y no enjabona. No huele. No provoca nadita nada. Ahí ya no duele.
Lo insólito se mira gracias al verde intenso de las últimas semanas. Se aclaran cosas, los silencios dan frutos y algunos cristales se empañan en el camino.
Muevo hilos, y espero. Esta posición no la reconozco.

martes, octubre 02, 2007

Signos de puntuación

Los puntos y las comas se suceden estos días en amplio caos (diría desorden pero no basta). Sobretodo las comas, vienen haciendo fiesta con el aliento de la voz que intenta relatar qué ocurre. No venir pesa. No he vuelto a tu bosque, no sé que palabras van a las alamedas, qué sentís, si ya te intoxicaste esperando o si ya lograron cambiar de piso. Este es mi lugar para ordenar y observar. Para recordarme que no importa si los fósforos se humedecieron todos, se secaron y luego volvió otro a mojarlos. Que no importa si el plan cambia cada semana. Que no estuvo en los juegos de infancia, ni en los castillos de adolescente planear la boda que no me soñé nunca, y ahora que está ahí esperando que yo esté en el lugar de Todos Los Besos se dibuja con las líneas más coquetas que he trazado. La puntuación del último mes me lleva a un ritmo que cansa, eso sí, hay una meta feliz, y una feliz Bridezilla que mira y mastica las manzana de su paraíso por los rincones de La Provence.

Quería venir porque en estos días podrá ganarme la mala puntuación, no la despoesía tecnológica. La pausa de esta semana trajo tu valentía asomándose por una ventana.

La valentía se agradece, se admira y sorprende bajo todas sus circunstancias. No todos los días visita la certeza de que el tiempo nos hizo mejores, más fuertes y al mismo tiempo flexibles como la espuma.
Ninguna de las tres, valentía, certeza o espuma puede ser malquerida en este lugar.
Se agradece tu atrevimiento de devolverte para ponerle la puntuación correcta a ese capítulo.


Éste es el camino ahora. Solito te enseñaste a llegar. Éste es el lugar. Ya corté las espinas, saqué las piedras y me ayudaron a podar los jardines. Y ya no sos inoportuno. Sos otro.

lunes, septiembre 03, 2007

Fósforos húmedos


Hay días oscuros.

Yo me equivoco, quiero llorar, me quiero ir por un huequito. Todo menos encender mi luz en un cuarto de 30 personas donde menos de la tercera parte tiene ojos para la luz. Quienes la ven, ya saben que existe, aún cuando se apaga.

El día se siente como la tarde en la que había que encender una candela de cumpleaños y el vecinito malo llega a soplar antes de que empiecen otros a cantar. El vecino, se hizo grande y entrenó su capacidad. Ahora está a punto de graduarse: su tesis doctoral (digna de una mención) trata sobre los fósforos húmedos y los baldes de agua que les humedecen cada vez que se logran secar al calor del sol.

Del lado del Hombre Grande, me comporto como si ahí también fuera necesario explicar lo
absurdo, y otra vez me topo con un voto de confianza... todo es tan extraño y diferente cuando están todas las luces encendidas.

Duele verse habitando un lugar sin amor, con poca luz y mucha soberbia. Duele ver un colectivo caminar en tropel hacia el despeñadero, sin conciencia de que solo hay 7 pares de alas que van volando por otros potreros.

Viene un día en el que me voy. En el que, otra vez, van a levantar el dedo y a olvidar que hay 4 apuntando para el otro lado. Viene un día en el que me voy, y todo está bien con irme. El miedo, se lo dejamos a loss miedosos.

Por ahora, se acerca un huracán por el Norte y antes de ir a dormir recuerdo a la Humiabuela enseñandome a rezar:

"Pooooor-la-señal-de-la Santa Cruz de-nueees-tros-e-ne-mi-gos-lí-bra-noseñooooor-Dios nuestro..."





La foto vino de aquí.


martes, agosto 21, 2007

Demonios, dopaje y soledades



Un demonio no se soporta a sí mismo. Se sabe cajero automático de sus hijos... ignoro si cada 15 días, si una vez al mes o cada vez que haya necesidad de estirarle la mano a papá.
¿Qué será menos pior??? ¿No contar del todo con la figura paterna? ¿Contar con una figura paterna que vale por un dispensador de dinero? ¿Ser consecuente -por una vez en la historia de los sapiens sapiens- y decir que si la figura no se asume como padre, pues mejor que no se asome porque sus asomos económicos valen por toda la deformación del rol???
Un demonio no se soporta a sí mismo... ocurre que quiere hacer de todo, dar clases de todo lo que no estudió, de todo lo que odia. Acaparar todos los proyectos, acaparar el sinsentido, acaparar las amenazas, acaparar la intimidación. Acaparar el amedrentamiento. De camino gritarle a unos cuantos. Ver feo a cuantos pueda... Creyendo que mi cordón rosa con los ojitos de mi amigo me protegían me descuidé. Acabé el día a las 21 horas con 40 minutos provenzales, con el minimo de gasolina, varada y con la cartera en la oficina.
Un demonio no se soporta a sí mismo, se dopa con todo eso y con una serie de personajes débiles lo ven grande y fuerte. Así se maquilla una soledad terrible.

Una mujer no sabe como acompañarse. Cada vez que puede se queda ahí hasta las 21 horas con 30 minutos provenzales. Y con eso se siente muy eficiente. Los que miran desde afuera siempre opinan. Opinan que se caracteriza por dejarlo todo para última hora, que no pregunta y que se pasa de la raya con esto de mejor pedir perdón que pedir permiso. Opinan que solo sabe acompañarse a través de compromisos y obligaciones de trabajo.
Una mujer no sabe como acompañarse. Hace más de un año que él se fue para siempre. Tal vez algunas noches la pequeña prefiera que se quede ahí hasta tarde... así da chance de que tenga un rato a solas con él.
Una mujer le hace un mal maquillaje a su soledad.

Un hombre que tenía planeado no jubilarse (nunca-jamás-nunca) le hace números a sus finanzas y en un acto único firma los papeles y se va en cuestión de tres días. La dramaturgia es total y yo empujo para que las consecuencias de su obra no caigan y nos aplasten.
Un hombre que no tenía planeado jubilarse nunca se vuelve vulnerable y compromete la bolsa por el corazón. El dopaje sale mal y no siempre sabemos como se acompañan las debilidades del ser humano.

Un par de amigos se dopaban juntos. Ella los mandaba al cuarto de la lavadora. La Pequeña Hermosa podía ver sus latas. Pero nunca oler como se dopa la soledad.
Un par de amigos ya no tienen quien les mande a acompañarse la frivolidad con la ropa tendida. Y ahora La Pequeña Hermosa tiene un padre que según cuentan sale del trabajo a buscarla. Ella se fue de viaje y la soledad que dejó para que la sustituya mientras viaja no se puede dopar (nunca-jamás-nunca). Quién como ellos dos para saberlo (¿o acaso para obviarlo?), que el maquillaje sirve para vender una vida más linda, pero nunca para dopar la soledad de una existencia cómoda.

Un par de ojos se enamoran de los tuyos. Sus ojos miran los ojos de la madre cuando recibe las noticias. Cuando hay que decirle que tal vez haya 4 ojos que regresen por unos meses a las tierras sabaneras. Los ojos de la madre se enDulzan, y al mismo tiempo llegan al presente de su soledad que aun no está del todo acompañada. La posibilidad de que lleguen aquellos, ni siquiera está en discusión. Para que haya discusión tiene que haber pay-per-view. Aquí nadie va a dopar el dolor en los momentos mágicos.
Los ojos enamorados dudan, pero miran que está claro que ya se montó en un bus que va para otro lugar. Que en la parada estaban todos ellos y nadie cambió su ruta. Cuando el plan está claro, no se vale bajarse por acompañar soledades que no han aprendido a estar solas.

A la soledad no hay como doparla sin hacerla más fuerte, un músico valiente, Jorge Drexler se lo dijo cantándole "Soledad, aquí están mis credenciales".


sábado, agosto 11, 2007

Raros... los otros



Desde que el animal humano dice que es ser humano, los otros han sido un misterio. Los otros son los raros, los extraños, los que hablan palabras incomprensibles. Los otros son los bárbaros, los otros son los que noooooo entienden. Los otros no me toman en cuenta. Los otros tienen la culpa. Los otros son unos monstruos horripitufantes. Los otros están enfermos y deberían de 'pay-per-view'. Los otros son vagos. Mentirosos. Carebarros. Los que rompen promesas...

Y bueno, nada de esto lo digo yo por primera vez, Sartre lo escribió
A Puerta Cerrada y lo dijo mejor:

"El infierno son los otros"
Los otros son tan misterio como lo es el comportamiento humano. Buscando cosas emocionantes desde lo gráfico, para mostrarles a los pupilos del Hombre Grande, para empezar a contar la historia de adelante hacia atrás, siendo adelante las atrocidades cometidas en los primeros encuentros con esos otros, a partir de 1492, me encontré con estas corronguísimas ilustraciones fantásticas que me/nos dejaron con la boca abierta (la capacidad del ser humano para construirle puentes al desentendimiento es olímpica).



Se supone que esos eramos los habitantes de América. En realidad según lo que leí, esos bichos se convierten en el antecedente penal del Cadejos, del padre sin cabeza y de todos los personajes de las leyendas de sustos criollos.

Eso y no OTRA cosa era lo que dibujaban y publicaban en los periódicos de nosotros allá en el siglo XVI... ni qué decir del fantasioso habitante de California (si alguno ha estado ahí por favor avíseme si lo vio).



Pero lo más raro de todo, es que (nosotros/) los otros, aunque taxonómicamente poco favorecidos por la madre Naturaleza, de alguna manera, se las ingeniaban cerebralmente para que sus ciudades fueran como las de aquellos otros. ¡Ojo al dibujito este de Tenochtitlán!



Todo es muy extraño... Los otros son feos. Pero desde la perspectiva de la arquitectura, la gran ciudad de los otros se ve igual a las que construían aquellos otros... Dice Luis Ferrero de este grabado, publicado auf Die Neue Zeitung von Den Lande... Jucatan en 1522:

"El europeo no percibía las características de lo que veía en el Nuevo Mundo. Las adecuaba a su mentalidad y, en este caso, Tenochtitlán queda convertida en una ciudad medieval alemana".


Ni con todo el tiempo que ha pasado ha vuelto el universo a su lugar, su lugar... un lugar de balances y observaciones sensatas... responsables... consecuentes...Donce le hacemos puentes al entendimiento de las condiciones humanas.

¿Será que la consecuencia nunca es cosa de los otros?



Imágenes: de un libro de Luis Ferrero, sacado del DPLCE, ¿Porqué Prehistoria si hay Historia Precolombina? EUNED 2000.
Haciendo click en El Infierno son los otros se va a un texto de inspiración sartriana, muy recomendada por mí misma.
Haciéndoles click, las imágenes se ven más grandes.


jueves, agosto 02, 2007

Culturas alternativas

Esta historia, como muchas, es prestada y es hermosa...

-Seguro que uds no saben, pero allá, en el Valle del Chicasquil, hace muchos años, 15 o más, había un cine.
-¡Sí, sí!! ¡Claro! Antes de que todos los malles y los multicines los quebraran! ¡Todavía existían en muchos pueblos... es una lástima...!!!
-Bueno, pues yo tenía un grupo de amigos que se iban al cine a ver lo que fuera para comer.... pero no palomitas ni nachos como los que dan ahora...se metían (de pronto sospecho que la conjugación correcta es "nos metíamos") al cine con un frasco de vidrio lleno de encurtido con mostaza y se lo comían todo.


Ahora me he quedado soñando... que tal, que no todas las películas del cine fueran palomiteras, de confites de paquete y de nachos con queso... que se valiera comerse un mango cele con limón y sal, un mango bien dulce que hay que mordisquear hasta que no queda nada en la semilla y deja pelos entre los dientes, un banano, una ensalada de frutas, una orden de pozole, un gallo de queso frito, platanitos maduros en gloria, unos jocotes, unos mamones chinos, pejiballes con mayonesa.....

La verdad, la verdad, la verdad...

Que el mundo (al menos dentro de los cines) podría ser un lugar más sabroso...

lunes, julio 30, 2007

Las primeras palabras

Esta historia, que es prestada, tal vez te explique algo. Tal vez no explique nada. Pero sabrás de un background que hace que mi tarea tenga unos antecedentes muy particulares...

Hablábamos de la primera vez que hicimos un examen: Yo los hacía para entrar a prescolar cuando él apenas abandonaba el cómodo mundo del líquido amniótico. Él los hacía para entrar a la escuela. En aquel valle tan lindo ¿quien quiere ir al kinder habiendo tantos campos qué visitar?

-Yo aprendí a escribir a los 5 años, solito... porque no había quien me enseñara...
-¿En serio? ¿Y tenés idea de que fue lo primero que escribiste?...Yo me acuerdo que yo aprendí a escribir mi nombre como a los 4 y andaba feliz escribiendolo por los lomos de tooodos los libros... hasta que un día me regañaron porque el diccionario al que le había escrito mi nombre no era mío sino de todos...
-Sí! Claro que me acuerdo. La primera cosa que escribí fue "ESTADOS UNIDOS".
-¿¿¿¿¿QUÉ-QUÉÉÉ???????? ¿Pero cómo fuiste a escribir eso???? ¿Porquééééé???
-Entendé: en mi casa no había libros para niños. Habían revistas y periódicos. Yo agarré cualquiera, esas dos palabras me llamaron la atención y las escribí en una pared. Al primero que se las enseñé fue a mi hermano V. cuando llegó a la casa en la noche.
Y esto fue lo que dijo V.
-¿Cómo dice? ¿Qué ya sabe escribir??? A ver enséñeme lo que escribe.
Un niño con los pelos parados se lo lleva a la habitación y le muestra las sílabas de su orgullo.
-Con que sabe escribir...mmm... E-S-T-A-D-O-S-U-N-I-D-O-S. Muy muy bien enano, ¿pero como se le ocurre escribirlo en la pared???? Ahí no es. Mejor lo borra antes de que mami lo vea.

-Entonces cuando llegué a la escuela ya sabía escribir sin necesidad de ningún Paco y Lola, pero me tocó un maestro muy malo y como me aburría tanto, tuve que repetir dos grados...


miércoles, julio 25, 2007

Círculos o espirales

Una inversión
es una visita adelantada,
conocer el centro del lugar que aloja el gran vacío
aunque entonces solo alojaba un espacio,
sin muebles
sin pintura.

Una soledad
es dos soledades,
una búsqueda
unas risas
un par de tacos en una esquina de barrio
jamás comidos,
un encuentro,
ser invitada al centro del lugar que aloja su vacío
ahora cuando ahora alojaba su nada,
sus muebles,
su pintura
su no colgar nada en las paredes.

Un amor inventado,
es una premonición de gran tragedia,
exceso de equilibrio inestable
y mucho temor por los niños.

Otro amor inventado,
es insoportable,
es una vida insatisfecha con todo,
es toda la cobardía junta
el arriba y abajo de la lepra emocional

Un desengaño
es deshabitar, desalojar,
largarse para siempre
del lugar que no ha dejado de alojar su gran vacío,
sus muebles (los nuevos y los viejos),
las cortinas de humo que dejé y nunca se colgaron
porque de las paredes se cuelga la nada.

La pérdida de respeto,
fue una amiga solidaria para reconstruir el drama
una cosa clandestina
un auto
un pacto de damalleras
un no hace falta,
yo me alegro por lo tuyo,
vos por lo mío
y basta.

Una nueva herida
eran nuevas parabras
humo en mis ojos,
bosque,
desencanto,
veneno.

Un lugar que no está ahí donde se respira
fue limpieza,
tu cara con cola de pescado,
vino para celebrar,
una voz que trae dos más,
con un punto allá en el círculo
donde está el centro del lugar que aloja el gran vacío.

Un punto
y muchos signos de interrogación,
oportunidad única para saberlo,
para dolerme con dos más en el momento justo,
asombrarme
asomarme
a los ojos del centro del lugar que aloja el vacío
mientras da las gracias y más gracias
por un favor absurdo que nadie ha hecho.

Un punto de un círculo
o de una espiral
que nacen en el lugar que aloja el gran vacío,
la cercanía,
llorar por los que quedan en el más acá respirando,
reír de lo que no tiene centro ni sentido.

Un círculo,
una espiral,
tener de todas las voces
una para pedirle ayuda,
y divertirnos,
vestinos a nosotros dos
y a todas las hadas madrinas
ahora que hay fecha,
lugar,
y un centro que no se tambalea.

miércoles, julio 18, 2007

Posturas sofisticadas


Madame La Duquesa (best known as La Bru) le dice al Limón Agrio (con sonrisa de oreja a oreja)

-A mí, eso de que el marido le haya comprado a tu amiga el helado de palito barato y se haya comprado para él el helado fino no me resultaría problema. Digo, vos sabés, en mi caso eso no sería tema de intriga. Sería normal que yo escogiera el helado de palito y él aquella cosa cremosa y sofisticada. Porque... a mí no me gusta lo sofisticado.

Le faltó decir:

-Prefiero ser cortejjjjjada por un caracol a comer viandas tan afectadamente refinadas.


Alguien levanta una ceja, y piensa que es digno de escribir: en esa boca huele raro, es sofisticada, esa postura de no gustar de las cosas sofisticadas.

lunes, julio 16, 2007

Lunes con nudo



6:00 am: Sonido de gruñidos y maldiciones. Es lunes. Y es el fin de mis días para no hacer nada. O solo hacer lo que me da la gana. En balance: Sí, vos, te perdiste de mis vacaciones, el Inge hizo lo que pudo por acompañarme, y faltó una lista enorme de gente por ver, pero estoy bien. Fueron 15 días de mucho ocio, de muchas horas para estar con Migomisma, y ahora, mucho tiempo después de volver a escribir, sé que me sale mucho mejor. Me sale dulce. Y hay sonrisas. Mígomisma es más fuerte, Migomisma es más estable, Migomisma puede respirar equilibrada sobre su cabeza largos ratos que siguen creciendo. Esta vez, fue diferente desde el principio.


6:30 am: Sonido de gruñidos. Otra vez. Sonido de berrinche. De no es justo, apenas les estaba tomando el ritmo para hacer de todo y estar bien, cuando mis días ya se fueron.

8:36 am: Sonido de un motor de bus que forcejea con la cuesta para llegar a La Provence, opaca sonido de celular. Me doy cuenta que perdí una llamada tuya y corrijo.

11:30 am: Sonido de celular. Noticias auspiciosas. Hay más para darme a mí y eso significa que habrá suficiente para regatear menos. En resumen, habrá Casa, y será Hermosa.

Mediodía: Sonido de microondas anuncia que termina de calentar mi almuerzo. Propósito de comer más de mi comida y menos chucherías del Señor Traedor y su carrito o la soda. Soporto el síndrome de abstinencia de chocolitos por tercera semana consecutiva.

2:30 pm: Sonido de calculadora. Sumas de bastantes dígitos. Por tres días gané como ella (yo no sabía). Habrá bastante. Habrá para tener compu nueva dentro de poco.

3:30 pm: Sonido de voces negociando. Habrá problemas con el candidato ideal, otra vez la papelocracia haciendo el ridículo. Batalla con La Bru en el horizonte de la mañana del martes.

4:00 pm: Sonido de knock knock en mi puerta. Se ofrece pequeño acercamiento a la civilización. Lo tomo. En el camino me informo. No está listo aún.

4:52 pm: Sonido de timbre en el autobús. Me bajo donde siempre que es cuando es en bus. Habrá café, y será con dos voces risueñas y optimistas, tengo 8 minutos para comprar mi revista 'comercial'. Vos decís que es comercial. Yo digo que tiene buenos consejos para llegar a esos lugares que me gustan.

4:57 pm: Sonido de mi celular. Otra vez. Yo espero que sea alguno de ellos, risueños, optimistas, pero sos vos y desde siempre dudo que sea para aclararme la duda tan trivial que te dejé por el messenger. Decís su nombre. Sé que desde siempre ese nombre lleva una tragedia implícita, sé que es una certeza que jamás me abandona. Colgamos y confirmo la misma mierda que supe siempre. Desde siempre, que no es infinit\infty \,\!, que es una semana después de mirar los ojos de tu

V A C Í O

Desde siempre la ví ahí, saludando, haciendo tic tac, tratando de no caerse en alguna Esquina, desde meses antes de decir que tenía toda la intención de volver a escribir. Desde aquella noche en que dijiste estar seguro de que se iban a amar para siempre. Yo me callé sin conocerla y me dije a Migomisma que parasiempre era algo muy intenso para un amor con tantas convulsiones. Y ahora detesto mis sensaciones. Este saber que siempre lo supe. Que lo ví tan claro como esta aunsencia tan afilada. Que me hablaba la Pitonisa.

4:58 pm: Sonido de mensaje nuevo en el celular. Uno de ellos que ya llegó. Camino mis pasos. Una sonrisa muy acomodada, formal, pero en sandalias me saluda y de inmediato pregunta que porqué esa cara.

Porque me estás viendo los ojos de una premonición que negué anunciar en voz alta. Porque me estás viendo los ojos cuando ven la muerte de quien sostenía las cosas importantes. Porque me estás viendo y sabés que hace unos días iba a llamar, y no lo hice porque me dí vacaciones y su nombre está en la lista enorme de gente por ver.

7:15 pm: Silencio
Desde aquí, donde respiro, ya sabés que te liberé del favor imposible de ciudar sus noches más oscuras que de por sí, por siempre van a venir y venir... y venir... La valentía se marchó para siempre de ese corazón. Por eso sigue así.

V A C Í O


Desde aquí, donde respiramos, ya supimos que era imposible ciudar de las mentiras que salieron a nuestra luz
y del gran
V A C Í O

7:19 pm: Más silencio.
Mis deseos para vos.

Ojalá del cielo vengan angelitos a cuidarla a ella,
tu enana hermosa,

que es de todos quien más los necesita.
Ojalá no falte quien vele por tu ser especial.
Ojalá el cielo sea lugar para que descansés de todas las cabronadas.
Ojalá el cielo te haga libre.
Ojalá el cielo tenga sonrisas para tu alma.
Ojalá allá exista la limpieza.
Ojalá el aire sea fresco y la luz clara.
Ojalá esta brevedad no sea injusticia. Que sea paz para tu espíritu.
Ojalá, si sigue otra vida, se te compense.
Ojalá siga entonces un círculo, una espiral de oro,
la verdad de las esencias solidarias,
enamoradas.


jueves, julio 12, 2007

Candelilla #1001




"Vivir es como un chicle:
azucarado al principio,
luego simplemente masticar."

Max Jiménez



Desde unos ojos desolados es así. Pero luego me quedé pensando que ni así. Infancias sin azúcar hay muchas (probablemente hasta sean más las saladas, las agridulces y las amargas). Vidas sin sabor, otras tantas. Masticar y salivar, para luego digerir la propia saliva con una gran mentira en el estómago engañado. Terminar como desecho indeseable, en la suela de un zapato que sirva como último hogar.




Esto salió de mis múltiples lecturas vacacionales: un libro con las obras completas de Max Jiménez. Mi favorita siempre fue El Domador de Pulgas, y el plan era leerla toda otra vez. Pero me ganó la voracidad por leerme completas sus 1067 " Candelillas". Al señor se le salen en frases cortas y contundentes todas las amarguras del alma, todos los sinsabores de un millonario incómodo con su época y las pequeñeces de un mundo que desde joven se le fue haciendo chiqui-tico. La sensatez en muchas de ellas es tal, que es dolorosa.

En sus propias palabras él lo explica así: "Si se encuentra que algunas de estas notas son oscuras estoy completamente de acuerdo con el lector... y, de equivocarse, han cumplido en gran parte con su cometido".

Nada de lo que escribió se consigue en una librería, así que está pendiente el tour por las compra y venta, a ver si existe alguna otra edición disponible aparte de la que tomé prestadita del Depósito Provenzal de Información Clasificada en Estantes. Mientras tanto, ofrezco respaldos educativos para los que gusten saborear la amargura de un hombre que fue un gran inquieto.

Siendo aún más oscura, intuyo que si naciera de nuevo, se moriría aún más joven. Buena parte de los vicios que observó en aquel su-mundo aún nos acompañan...



viernes, julio 06, 2007

A veces, hay que escupir y vaciar los sabores amargos




A veces, la ciudad, desde su pequeñez permite que ocurran estos accidentes,
y yo,
que me sigo prometiendo no alimentarme por estas ventanas, me resbalo,

otra vez...
otra vez...
otra vez...




¿Cómo es que me permito
el verbo alterar
cuando veo pasar tu enorme estañón sin fondo?


V A C Í O O O





V A C Í O O O





V A C Í O O O






Acompañado de cualquier balde colorido
para echar la arena de tus castillos
(movedizos),

en busca de alguno de esos caldos,
tóxicos,
cargados
con el sabor artificial de siempre
(larga vida al glutamato del lugar común)


Ritual para
(diz que)
llenarte la soledad,
el hambre,



el infinit\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!\infty \,\!



eterno en el mismo lugar,



V A C Í O O O





V A C Í O O O





V A C Í O O O





Mientras yo,
a toda velocidad por mis caminos,
miro al lado por accidente,
me permito la insolencia
de alimentar un apetito
amargo
y pestilente

Vengo,
antes de que se cumplan 12 horas,

vengo
antes de una intoxicación

por sinsabor
vengo
me enjuago con aguas claras
vengo
y me




V A C Í O O O





V A C Í O O O





V A C Í O O O



V
A
C
I
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O


jueves, julio 05, 2007

MUUUUUUUUUUUUUUU







Hace muchos años, cuando yo era muy niña y mi barrio tenía resabios de cafetales y potreros, veíamos cada mañana, camino al kinder, a las dos viejitas que bajaban la cuesta y llevaban las vacas a pastar al parque que había frente a la casa. Las vacas comían y comían y supongo que su alimentación le bajaba a la vecindad los costos de la chepeada de todo aquel zacatito.

Un día de tantos, que era sábado porque los 3 seguíamos en la misma cama viendo tele con muuuuuuuu cha con pereza, una vaca escapada se subió a nuestro jardín (¿se acuerdan que hubo una época en que las casas no estaban todas enrejdadas y aún no vivíamos como Piolín?? ) y la vaquita muy feliz pastaba y pastaba... Se acercaba más y más a los cuartos, bueno, en realidad los cuartos le importaban un pepino, pero debajo de las ventanas de los cuartos había unas jardinaras muuuuy interesantes mmmmmmmuuuuuuuuuuuuuuuuuuu y interesantes muuuuuuuuu. Ninguno de los 3 había notado que la vaca nos hacía compañia esa mañana, hasta que sonó el estruendo de la ventana de mi cuarto que se quebraba y pegamos un brinco de susto creyendo que se nos metían a robar con los 3 adentro y en pijamas. Mi papá se avalanza corriendo a la puerta principal (como si en caso de ladrón abrirle la puerta gritando fuera a mejorar la situación) y mi mamá con muuuuu cho miedo se asoma a la ventana y le grita: ¡CALMATE! Es una de las vacas que se está comiendo la jardinera! La situación se simplificó de espantar un banda de ladrones a espantar una inocente vaca indicándole que el lugar correcto para pastar se ubicaba cruzando la calle. Además, al rato apareció una de las viejecitas buscando a su creatura.

No es extraño que a mí, con 4 años, me quedara esta sensación de: tener una vaca en el jardín es malo, una vaca en el jardín deberá ser espantada. Una vaca en tu jardín se come tus plantas, tus flores, tu zacatito, y peor aún, rompe las ventanas de tu cuarto.

Esta mañana, yo me despierto y le cuento al Inge -con cierta angustia- que me había soñado que había dos vacas en mi jardín (que queda atrás, y al que da la ventana de mi cuarto) y que en el sueño no había explicación alguna, solo habían amanecido ahí. El Inge, que todo lo sabe y cuando no sabe sabe batear bien, sonríe y pregunta:

-¿Dos vacas flacas o dos vacas gordas?
- Gordas amor, bien gordas, pero imaginate que angustia, ¿qué hago yo con dos vacas en mi jardín que no se como llegaron ahí? ¿saltando la tapia? ¿cayeron del cielo?
- Calmate, cuál angustia, soñar con vacas gordas es bueno, es señal de que vienen tiempos de abundancia y que todo va a estar bien.
Yo pongo la mejor cara de WHAT!!??? Este tiene que estar inventando...
- Mmmmm... no sé. A mí me dio mucho susto...Que tal que me quiebren todas las ventanas y que entraran por el cuarto del taller a quebrarlo todo. Yo organicé toda una movilización para que me ayudaran a espantarlas y llevarlas a otra parte. Lo primero que hice fue llamar a la Humimadre y a la Humisis para que me ayudaran a cerrar la puerta del jardín con llave. Y después vino el guarda a ayudar.
-Pues soñar con vacas gordas es buena señal. Si vienen buenos tiempos se puede ahorrar y hacer muchas cosas. No entiendo porqué las quisiste espantar.

Entonces hago el relato del episodio real de la vaca en el jardín de la casa y como fue espantada. El Inge sigue con cara de ‘calmate’. Y muy porfiada en cuanto pude vine a preguntarselo a google, ¿y adivinen qué?

Mandé a espantar a un par de vacas que se llaman Próspera y Fortuna. Ojalá me perdonen, e insistan en visitarme más a menudo.





Muuuuuu
y
interesante
el muuuundo de los sueños,
de las vacas que
muuuuu
rrrrrrr
muuuu
ran
cosas
en mi cabeza.




miércoles, julio 04, 2007

De lo que queda después de esas famosas conquistas

Fue mi mamá quien me la mencionó por primera vez, cuando estaba en la escuela, tal vez en los últimos años. Hablaba de ella como la amante de Hernán Cortés, la india traidora que se alió con el conquistador-tirano que acabó con la gloria de los pueblos mexicanos de aquellos tiempos, según las apreciaciones -como siempre, bien sesgadas- de mi papá.

Ahora que me toca reencontrarme con toda esa historia para no pelarme el rabo y para que los pupilos dejen de pensar que el estudio del pasado solo sirve para conciliar el sueño, me encuentro con un acercamiento muy diferente. La lección de vida, muchas veces repetida, de que los padres y las madres nos hacen el flaco favor de regalarnos verdades que no nos pertenecen. Ojalá de madre yo pueda regalarle a La Pequeña las búsquedas, nunca las verdades.

Porque resulta que la Malinche tal vez no sea esa india traidora y lasciva que me presentaron las palabras en algún desayuno. Resulta que la Malinche fue una mujer que desde niña fue regalada como esclava, y como esclava pasó de mano en mano hasta llegar a Cortés. Resulta que la niña tenía el don de los idiomas y un día sin esperarlo se vio traduciendo palabras para un lado y para el otro. Resulta, como es de esperar, que quien nunca ha tenido poder sobre su vida y sus libertades, amanece un día, siempre esclava pero con la promesa de ser libre, con el poder que da ser la que conocía las palabras que vinculan a los unos con los otros y no sabe cómo comerse el pleito: ¿Cómo se hace para traducir y propiciar el entendimiento entre dos culturas tan antagónicas?

A la larga, aunque ella tuvo la fe de que Cortés, ese otro simio chaparro, peludo y sin cola, podía acabar con los sacrificios llenos de sangre humana que hacían los aztecas, a los que respiramos hoy nos toca asimilar un pasado y un presente no menos dolorosos...

Yo trato de no perder la esperanza, o lo que sea que sea ese bicho necio. De sacar fuerzas de donde no las tengo para cambiar, de inventarme las formas de enseñarles a ellos que no vamos a cantar canciones de cuna.

La conquista se compuso con sonidos muy amargos. El presente apenas va teniendo algunos acordes dulces. Por eso cuando leo no dejo de sentir que falta tanto (mucho mucho tanto tantísimo) para que los simios de sabana seamos -perdón, decidamos ser- lo suficientemente fuertes como para cambiar el rumbo, para ordenar e integrar un mundo que no ruede hacia un precipicio lleno de espinas.

"Sentirnos conquistables nos hace caer en manos de personas que no nos gobiernan como merecemos", deplora Laura Esquivel; "preferimos regodearnos en la idea de que somos producto de un abuso, y este concepto de que somos abusables, conquistables o de que no hay salida, nos hace caer una y otra vez en manos de gente que no nos gobierna como merecemos, que no nos procura un bienestar".

... Cualquier parecido con cualquier realidad, personal o colectiva, pasada o presente es "pura" coincidencia...


martes, julio 03, 2007

Quierohacerlotodoya

Quieroleerlotodoya.
Quierosaberlotodoya.
Quiero cocinar todos los sabores nuevos que estaban hace días guardados en la alacena.
Quiero visitar con la luz del sol todos esos lugares a los que hace días no iba porque la luz del día solo me alcanzaba para iluminar La Provence.
Quieroescucharlosatodosya.
Quieroescribirlotodoya, porque tengo muchos postes atravesados en los dedos.
Quierodormirlotodoya.
Quierovagueartodoloquesepuedaya.
Quierotramitarlotodoya. Salir de eso de una vez por todas para hacer todo lo demás.
Quierovenderloya, para tener un andar rápido, más económico y más inteligente.
Quieroiratodaslascomprayventadelibrosya. A ver si es cierto el mito que me vende sus poemas y sus grabados a 800 colones.
Quierovertodasesaspelículasya.
Quieroestarentodasesasposturasya.
Quierohacertodasesasbotellitasya.
Quierotocarlatierraya.

Me carcomen la emoción y la inmediatez.

Tengo un sillón con una pila de libros pendientes: Malinche, Tenochtitlán, Me llamo Rojo, Los Elementos Terrestres, Un yanqui en la corte del Rey Arturo, El domador de Pulgas, El Jaúl... y otra pila que debo adelantar para que mis clasecitas nuevas sean todo un éxito y nunca más se crean los pupilos del Hombre Grande que a esa clase se va a roncar.

Quince días. Doce en realidad.
Destinados a no alcanzarme.

¿Qué es lo que tiene el tiempo en esta vida que nunca nos alcanza?
¿Porqué era que un instante parece no bastar?

Estoy muy ocupada comiéndome mis vacaciones.
No se aceptan empachos. Nunca serán demasiados días para todo lo que quiero hacer.

miércoles, junio 27, 2007

¿Me regalás un traguito del tuyo???

Es la última semana de junio y como todos los años desde hace como 15, me acompaña el infaltable resfriado somático-mutante que me deja afónicaroncafónicaronca.

Es mediodía y en mi nuevo lugar corro por los pasillos con papelesimporantesdepersonaimportante, que pretende contratar gente importante (nota por si los conocen: busco alguien que sepa de danza y alguien que sepa de artes dramáticas y mucho de cine para ya, dispuestos a trabajar en La Provence y en la sede de La Provence en La Otra Provence, divos y divas del arte absténganse), aprovecho el vueltín por los pasillos de doña Byeza para pasar por mis medicinas, me las dan en una bolsita merecedora de mucha hipocondria. Siguiendo con el orden de los mandados paso al parqueo, saco el libro y se lo regrso alDepósito Provenzal de Información Clasificada en Estantes.

Regreso a la oficina y mi pequeño sindicato de díscolos está almorzando, me doy cuenta que no llevé almuerzo y que dos jarabes, 4 docenas de aspirinas y un antibiótico para cinco días no contabilizan en ninguno de los 5 grupos alimenticios (¿eran cinco?)

Salgo de nuevo. En la soda está Zuzu y aquel otro al que le tengo un recado. Me peleo con el policía de la comida que insiste en medir por milímetro cúbico cada porción que sirve. La mía se supone que es de verduras con pollo y otra de plátano maduro, pero yo insisto en que no veo el pollo por ninguna parte (5 milímetros cúbicos de pollo no me redondean para que me cobren 750 colones por la porción). El policía de la comida, como todas las veces que me quejo, sonríe feliz de ser la ley de los tuquitos de brócoli y responde: "Mi reina acuérdese que esa es la porción". La leoncita interior sale al exterior y le gruñe insunuándole que si ahí no hay pollo cómo es que me va a cobrar los vegetales Y el pollo que no se ve. Hágamelfavorysacalamitadelaporción y la vuelve a echar, pero acuérdese de incluir unos pedacitos de pollo, que hay muchos en la olla y no miden cinco milímetros cúbicos como ese que me puso. El policía debe pensar que se ve muy mal que yo haga berrinche con tanta fila y me entrega mi comida (con más pollo), sonríe y me desea muuuuybuenprovechoo!

Me siento a comer. La comida es de dos tendores y medio... En la sobremesa nos masticamos a la Bruja Esmeralda,

El pintor pregunta: ¿Me regalás un traguito?
Yo: ¿de qué? ¿de mi awakalyente???
Sapa de oro: ¿Cómo? ¿Ahora esto es mesa de tragos?
El pintor: No, no. Es que a vos te mandaron de los dos jarabes. Pero a mí solo me dieron este, que es para la tos y sabe muy feo. El que me gusta más es ese, el moradito. Regalame un traguito... ese es para descongestionar (y me alcanza el vasito que dan para servirse dos cucharadas de jarabe)
Yo: Ahhh... ok, servite. Yo de ese no quiero, yo no estoy congestionada, estoy ronca y además ese me da mucho sueño... que raro que no te mandaran de ese, si vos estás bien gacho, me quedo con el de la tos y ya. ¡Salud!!


Nos damos cuenta que todo concluye en una conversación entre dos enfermos (yours truly y el pintor) que refleja nuestro estado de salud, y nos reímos los cuatro porque perfectamente podría ocurrirnos otra vez en unos 40 años cuando los males (¿males?) de la cacrequez nos conviertan en expertos en dosis y sabores de medicamentos.

Desde la infancia la vida nos va preparando para la adultez, algunas veces con traguitos de algún jarabe amargo. En la vida adulta en un día de trabajo cualquiera, la vejez nos manda un saludito desde allá, donde respiraremos e intercambiaremos lo que sepamos sobre las medicinas que nos puedan aliviar la existencia, pero además el saludo viene con un recordatorio: Llega un día en que un resfrío no es algo relativamente ligero que viene y va en una semana. Así como llegó un día en que un resfrío vino y se fue por una semana, fue neumonía otra semana. Dejó un hueco ahí donde se respira y como para eso no hay cura, cuatro meses después se llevó a la Humiabuela cuando todos pensábamos que seguía siendo la misma. Para quitar ese dolor ningún traguito de los tuyos o los míos funciona ni de paliativo. Solo aquí puedo venir a contarle que ya respondí la pregunta que yo misma le hice hace un año un año cuando me tiraron al abismo de los inservibles y me cambiaron por el Cuajinais, que ahora todos los días escribo en las suelas de mis zapatos que yo puedo más que ellos y que yo solita me la jugué para ganarme un lugar cerca del Hombre Grande, cerca de la tierrita donde yo quería, que la tortilla se les dio vuelta y ahora yo soy la que lleva la voz y yo escojo los tonos, y que si era cierto que tenía buen sabor, el trago de aquel jarabe que ella repartía cuando decía que a todo justo le llega su hora.

lunes, junio 18, 2007

13 marcas con X


Hoy a la hora de la marea alcalina, entré a ese lugar de cartones y dialogué brevemente conmigo preguntandome a mi misma "¿mímisma, cual vas a marcar? ¿el nombre de tímisma o el otro nombre, o ninguna?" Respondí que lo mejor era marcar con X mi nombre para tener la silla, creo que me puedo sentar bien en ella sin caerme constantemente.

Hace exactamente un año, todos ellos -menos siete- decidieron a mis espaldas (como los cobardes, sin argumentos sólidos) decir que no, que yo no era suficiente, que lo que yo hacía no era suficiente, que las cosas que pasean por mi cabeza tampoco. Y me dejaron con media nalga en el aire (es decir en la silla chiquita). Hoy 12 de ellos más yo misma, o sea 13, decidimos que sí, que soy lo suficientemente capaz como para conducir por las aceras de La Provence a la mitad de todos menos 3 y que tengo 3 años para hacerlo. 11 quisieron al Grandoto, y dos no supieron en donde poner su X.

Ignoran de mi misma, todos menos 5, que mientras ellos dudaban e ignoraban como leerme, me abrí otros horizontes, que el Hombre Grande me quiere en su equipo y que le guste a quien le guste y le pese a quien le pese, el Hombre Grande no es nigún analfabeta, y ni él ni ninguno de los suyos necesitaron hacer el ridículo de deliberar dos años para leer e interpretar mis capacidades y mis intereses.

Le guste a quien le guste, hoy tengo: 13 marcas con X que me dan derecho a sentarme en esa silla, las X del Hombre Grande que me harán sentarme en otra silla casi frente a la mía de siempre (que me convierten en un personaje muy raro, que tiene dos oficinas provenzales una casi frente a la otra), ninguna violación a las leyes que me impida sentarme en ambas sillas, una tarjeta de débito por renovar antes de que llegue el otro mes, un carro en venta, un buen préstamo en trámite, un plano por habitar con una mascota dulce y hermosa. Todo eso, y un gran amor, que es mejor que juntar todos los tesoros que se desentierran y los enredos que se desenredan por tener una cuchilla suiza.

No pasa de mañana el momento en que yo lance una pequeña bomba de 20 horas y dos oficinas, no pasa de mañana ese momento en que me va a odiar, en que me diga traidora con la mirada y con su lengua empalagosa; en el que quiera cortárselas por no haber anticipado lo obvio y lo ingenuo de acostarse una noche sintendo que tenía todo bajo control para acostarse a la siguiente con su plan desmantelado por mímisma.

Y mientras, me acuesto y me levanto con la nota mental que me diste vos, que ahora venís aquí sabiendo todo eso que tal vez sospechabas... de una inusual complicidad en estas vecindades, que sin la llave de la puerta conocías y visitabas como con un pañuelo en los ojos.

Me voy a la cama, y mañana abrazo al sol con ese mantra que dice que soy un yunque, muy fuerte y muy pesado, al que ninguna bala atraviesa; al que nadie le puede quitar lo que ya le pertenece.

martes, junio 05, 2007

Visitantes de madrugada


Una madrugada de aquellas en las que el sueño no iba a llegar nunca, la pequeña se asomó a mi almohada y visitó mis entrañas… Con todas las carreras que me arrastran este año, yo le dije que tal cosa era imposible (física y hormonalmente), no sucedible porque no había cómo y se iba a traer todo por el suelo si lo hacía. A él también se lo preguntamos y dijo lo mismo. No se puede. Tenés que irte. Ahora no. Alguien tenía que llorar de la pena en ese sueño y esa era yo. Entonces al mejor estilo de los dioses del Olimpo, del cielo del valle del Chicasquil bajó ella a decir muy seca y muy seria

"que pues que bueno que no le tocaba porque ya le habían tocado suficientes y de cansancio porque nunca pudo escuchar lo que decía su cuerpo había tenido que irse temprano, pero bueno qué le vamos a hacer si ustedes están diciéndole a ella que quiere venir ya que más bien se vaya. Dejen la tontería, hagan lo suyo y yo la cuido dos años. Ojo, dos años dije."


Dio media vuelta y se la llevó sin decir por dónde las encontramos en caso de necesidad.

Quizás es desde ese día que nos dimos cuenta que no es broma, que son dos años de esfuerzo antes de que nos alcancen los sueños. Los sueños que son lo que son y los que no son lo que son pero pueden ser eso y otras cosas también.

Quizás es desde ese día que me incomodo para venir y lo pienso tanto tanto tanto, porque todo dio mil vueltas en tres meses y ya se va calmando.

Tal vez sea porque estoy sintiendo que pronto puede amanecer la mañana en que decida que los vientos son favorables para alzar vuelo con más frecuencia, para dejarle abierta la puerta (la puerta, no las ventanitas que conoce) en caso de que guste volar ampliamente por el cielo de mis humaredas.

sábado, abril 28, 2007

(des) Encuentro entre simios de sabana


Un simio de sabana vivía allá en las planicies africanas. Cazaba y recolectaba lo que hubiera para sobrevivir allá, en aquellos tiempos de temperaturas extremas, carestía y subdesarrollo tecnológico.
De vez en cuando, el pobre simio tenía que pegar carrera, bajo el inclemente sol del continente negro, por una de estas tres razones:

1. Huir del enemigo: para evitar ser bocadillo de mediodía de otra especie
2. Perseguir a su bocadillo de mediodía. Esto generalmente en compañía de algún otro simio con el cual había diseñado alguna estrategia maquiavélica -léanse armas arrojadizas + buena puntería- para no quedarse sin alimento esa calurosa tarde.
3. Huir del enemigo: alguna tropa superior en número de exaltados vecinos simios de sabana.

Un día libidinoso, el simio topóse con una simia guapetona,tuvieron un encuentro carnal. Y tuvieron desencencia.
Con el correr de los tiempos alguno de los hijos de sus hijos abandonó la sabana y se aventuró por los mares y los caminos del mundo y llegó a las anchas estepas del Asia. Y así las cosas algunos de sus descendientes fueron vistos cruzando el estrecho de Bering allá en el norte, para luego enrumbarse hacia el sur buscando aquel calor que ya se alejjaba de su piel por centurias.
Otros simios de la misma tropa, con el mismo afán de conocer el Universo (allá cuando el universo era chico pero igual de infinito) llegaron hasta las tierras ibéricas y un par de milenios después se aventuraron a cruzar el ancho océano para llegar al "nuevo mundo", que era tan viejo como todos ellos, pero acordemos que la especie es propensa biológicamente a las comparaciones (que son tan odiosas según nos enseñan) y a la necedad de pensar que a cada paso va inventando el agua tibia.

Aún con la llegada del progreso tecnológico los simios y las simias de esta historia nunca dejaron de correr. Ansiosos, cada día del presente siglo vemos como corren; unos para llegar temprano, para tomar el bus, para bajar de peso, para llevar una buena noticia, una mala noticia, para huir del enemigo simio, para encontrarse pronto con su simiecita pechocha, para llegar al consultorio, para hacer las compras, para llegar pronto a descansar. Los menos, corren para mantener la salud mental (haría falta otra nota para justificar porque la corredera es buena para el cerebro; pero hagamos de cuenta que habrá por ahí una razón que lo explique). Por puro instinto de primates tocaría reconocer que lo que pasa, es que nos gustó aquello de pegar carrera y es inevitable en la especie.

Entonces, el relato este se acaba más o menos por aquí:

Una simia descendiente de aquellos, corre bajo el provenzal y bochornoso calor de mediodía, amparada en la tecnología moderna que le permite llegar (más o menos puntual) en una aparatosa y rodante máquina de metal a su cita con la dentista. La pobre simia, angustiada toda ella, duerme como una piedra y como piedra le quedan todos los músculos... entre otras cosas se le ha recetado que se calme, que no sea tan necia, que suelte el látigo, que deje tiradas algunas cosas (total a quién le importa y quien pide las cuentas es ella misma) y que se haga un protector dental para el bruxismo para que deje de dormir con la geta tan apretada y tal vez así amanezca menos tensa.

Un simio, descendiente de los otros (aunque quizas compartan algunos primos y conocidos) sale a correr bajo el calor de mediodía. El se siente muy waw, ya que hace ejercicio y el ejercicio es salud (ya se verá si también mental en este caso), y así aprovecha la oportunidad de enseñarle a las calles de La Provence su cuidada musculatura. El simio se siente dueño del mundo (como mínimo dueño de todas las calles por las que transita), nada lo atrasa a quien todo lo puede. El simio corre y corre, baja más y más rápido por las calles del sur porque le motiva llegar a su meta. El simio olvida que es un peatón. Y que los peatones se detienen en cada esquina. Que si dado el caso un peatón es al mismo tiempo corredor, también se detendrá en cada esquina y trotará sobre el mismo lugar mientras espera su momentos.

La simia conduce preocupada de llegar 10 minutos tarde y perder la consulta que la liberará de una parte de su estrés. Hace un alto. Mira a la derecha. Mira a la izquiera. Mira hacia el frente. No vio ningún cuerpo físico en movimiento por ninguna parte... pero ocurre que mientras ella miraba a la izquierda el simio corredor venía a toda velocidad y como sabemos no se detuvo en la esquina.

Los simios se (des) encuentran.

El simio corredor frena en seco y apoya sus dos manos en la tapa de la máquina rodante de la simia. Acto seguido el simio se enfurece y maldice a la simia conductora que casi lo atropella (algunos otros simios entendidos en este relato han opinado que habría sido mejor arrollarlo). Conforme se disparan en su cerebro de primate los neurotransmisores que des-atan el des-control de sus emociones el simio, olvida que es un simio y que como simio debe aprender a controlarse porque así lo dicen las normas sociales aquí y en la China; maldice y vocifera cada vez más, empieza a usar sus puños para golpear la tapa de la máquina rodante que conduce la bestia fuchi que no lo vio y por poco lo mata. Ya no es un simio de sabana. Tampoco es un orangután molesto, pero todo lo que hace le acerca bastante a ese otro primate.

La simia pela los ojos. La simia recuerda que es humana sapiens sapiens y que puede hacer uso del lenguaje para transmitir y modelar sus emociones y constructos de la realidad. La simia interpela al simio:

-¿Pero qué le pasa? (Orangután de monte) ¿Porqué me golpea el carro de esa forma? ¡Lo está arrugando todo!!! ¿No ve???

El simio de sabana, corredor cobarde responde (sin dejar de dar golpes):

-Porque ud. es una estúpida que no se fija.

El humano se da cuenta de lo que hizo. Y sale corriendo hacia el sur como sus ancestros los simios de sabana (y todos los monos con miedo) cuando se sabían atacantes de uno más débil en fuerza física.

La simia habladora deja de ser humana y solo alcanza a gritarle por la ventana (abierta de par en par) que la estúpida es su abuela. Por haber sido una primate de sabana tan básica como para permitirse dejar descendencia. Y a su vez permitir que su desdencencia tuviera desecendencia; clonando por los siglos de los siglos amén lo peor de lo peor que tiene la especie.

El arreglo de la máquina rodante de la simia costará quizás unos $100. El arreglo de la fe de la simia en su propia especie es inarreglable. El arreglo del dolor de nudillos en las manos del simio de sabana provenzal...hmmmm.... esperamos que no se arregle nunca y que duela para siempre, ahí, o en otra parte aún más vulnerable de toda su animalidad.

martes, abril 03, 2007

De mis 6 rarezas




Esta tarea ha sido bien rara… comenzando porque no sé si será una rareza, una certeza o un completo desatino pensar que mis hábitos que califican como raros están en los confines del comportamiento obsesivo, controlador o sado masoquista. Finalmente concluyo que yo debo ser un primate hembra bien raro (así para irnos acostumbrando a la terminología de la incubadora) que no puede solamente pensar en 6 cosas raras sin pasar por preguntarse primero en la naturaleza de su rareza (que no es la misma que la rareza del otro).

Ahí van:

1. Odio jarochamente las bolas de pelusa que se hacen cuando por varios días la casa pasa sin barrer… considerando que hay un lindo gatito, pueden llegar a ser gigantes; pero me encanta ver como el viento juega con ellas y con la escoba tratando de capturarlas.

2. Tengo esta “habilidad” para procastinar lo que más quiero hacer… al punto de quedarme, con bastante frecuencia, sin tiempo para hacerlo…

3. Igual que la Sirena que me dejó esta tarea, poseo una rareza psicomotora… me paro de cabeza sola y sin ayuda, me agarro los dedos de los pies sin doblar las rodillas, puedo tornear un cilindro de barro de 50 cm, puedo hacerle una vajilla a mi casa (o a la suya si se le ofrece), no sé chiflar, silbar o emitir sonidos no palabrosos con mi aparato fonador; pero lo grave es que tampoco se atajar. El índice de atajos exitosos debe ser como de 0,5 por cada 10 lanzamientos hacia mí. Eso explica porqué solía ser la penúltima en ser escogida para los equipos de kidball de la escuela… y porqué si me ofrecen tirarme unas llaves, yo camino hasta donde están o las dejo caer y luego me acerco a juntarlas.
Quizás también explica porqué me cuesta tanto tomar un atajo (como aquel entre mi hogar y el de mi madre) para llegar de A a B si en la trayectoria hay conflictos psicológicos mayores o menores. Dudas y comentarios de esta rareza por favor para mi amiga Tiroloco que siempre ha estado ahí para burlarse de mi incapacidad atajil (y yo de su poca flexibilidad). Sé que por ahí debe haber un miedo a que la cosa por atajar me caiga encima y me aplaste.


4. En mi casa hay platos, tazas, cubiertos, ollas. No me gusta estandarizar las formas más allá del 6. En esta casa vive la diversidad (al menos la de ese tipo). Explico: hay 6 cubiertos, 6 tenedores, 6 cucharas, 4 cucharitas (dos se perdieron antes de la mudanza), 6 portavasos, hay 6 vasos iguales de forma, pero organizados en subconjuntos de 2 con el mismo color (o sea el conjunto vasos tiene 3 subconjuntos); hay como 20 tazas, pero solo hay un subconjunto de 4 tazas iguales-iguales (son las más feas y las que menos se usan), y un subconjunto de 4 tazas iguales de forma y colores pero de diferente ‘estampao’. Las demás tazas pertenecen al subconjunto de las tazas singulares; no al de la estandarización maquinizada de la forma.

5. Esta, yo misma la clasifico como común (Rareza de vida cotidiana): Todo el cuarto puede estar desordenado y sucio, todo el día, pero, si me voy a acostar necesito A- eliminar las bolas de pelusa grandes y B- Tender la cama. Cualquiera de las dos tareas pendientes me puede atacar mientras duermo si no hago nada.

6. Desde entonces… (parte de la rareza es no ubicar aquí, aquel entonces cuando me negaba a aceptar lo raro que es este sentimiento)… me producen sospecha (y las conozco) las personas que no tiene algún objeto-adorno personal en su oficina. Pero me dan PÁNICO las personas que no cuelgan nada en las paredes de su casa o de su habitación (horror de horrores, espanto de espantos, huya lo antes posible si conoce un mono de estos, son sociópatas en potencia). Nosotros los primates sapiens sapiens tenemos un instinto estético, por muy primitivo y básico que sea, con él comenzamos a pintar las cuevas. Prefiero un polo con una Mona Lisa colgada en la pared a un maniático que piensa que colgar cosas es polo. No tener nada que comunicar con los objetos me parece sintomático: O no hay nada que decir, y en tal caso ¿qué clase de primate niega la estética de su espacio?, o lo que hay que decir es demasiado (así demassssssssiao) horripitufante como para hacerlo público.

jueves, marzo 29, 2007

Retiro justificado

Quierosaberlotodoya

Nopuedosaberlotodoya

El tiempo no alcanza

para hacerlotodoya





Hay un día en que los planes cambian (se vale que cambien),
porque no se dibujan con aburridísimas líneas rectas

(si se puede, pero tal vez no quiero).

Mis planes se dibujan con lineas insurrectas,
llenas de
vericuetos,
curvas,
torceduras
y espirales.


viernes, marzo 16, 2007

El látigo y la incubadora

Conocí una vez un-artista que decía que por cada talento que tenemos, nos dan un látigo que usamos para castigarnos por tener un talento inusual...



En los pasillos por donde solía caminar hay una exposición de botellas. Están las que están y eso es así... aunque para mí sea más complicado que decir hay un par de botellas que me gustan y otras que sacaría de ahí. Y es entonces cuando saco el látigo para darme un par de veces: No debería decir nada, NO TENGO DERECHO a decir nada... mi botella no está ahí. Hay un proyecto hermoso en mi cabeza; allá en el mundo de las buenas ideas queriendo concretarse en algo fabuloso... pero ahí donde respiramos no hay nada porque no lo he hecho, nunca saqué, nunca encontré, nunca hice el tiempo para hacerlo y de hacerlo se va a concretar al paso de la tortuga (que ya está hecha, vos sabés, pero está sin cocinar...)

El látigo también sale cada vez que los veo y no entiendo como se tejen y se sostienen los hilos de su red y pienso en aquello que yo podría estar produciendo, pero que tiene que esperar porque la capacidad de hacerlo todo a la vez no la tengo (dicho de otro modo se me va el tiempo en actividades que no son ésa). Sale cada vez que alguien pregunta ¿cuando vas a exponer sola?, ¿estás produciendo por tu cuenta? La sensación es incluso peor que aquellos tiempos en que todos saludaban preguntando por la tesis y el mural del hospi (Cianuro querido te anuncio que vendrán días con muuuucha más glicerina que los días de tesista).

Sale con frecuencia ahora que por mi voluntad estoy en una incubadora, dentro de la que voy a durar no los dos años que dicen los doctores que nos cuidan (no avisan nunca que son dos años en condiciones idílicas que la mayoría no tenemos) sino tres (espero). Yo no dudo que estar en la incubadora me haga bien, que hasta ahora me encanta (si ya sé tengo solo 10 días y 3 sesiones de calorcito), que me hace olvidar por completo ciertas torturas provenzales y hasta reírme de ellas, y que me da la sensación vertiginosa de quierosaberlotodoya. Estoy aquí porque ya era hora; el cerebro pedía comida y luz a cambio de no atrofiarse.

De manera colateral (o exaptativa diría el doctor M.), la incubadora, que es inicialmente para el estímulo del cerebro, me permite ver a mi amigo dos veces a la semana antes del fin de semana, mensajearnos contándonos que ya estamos sentados cada uno en su clase, ansiosos de recibir la sesión de calor, que estamos llenos de emociones buenas y miedos infundados por todo lo que habrá que calentarse la cabeza, de ascensos que no traen más dinero, pero que al menos, son ascensos intelectuales y eso nos da para alegrarnos por el otro y celebrar con primeros conciertos, y primeras visitas a lugares que son nuevos otra vez.

El doctor M, que es definitivamente el que más habla (puede hablar 4 horas seguidas sin descansar ni tomar agua), no se cansa de recordarnos que somos primates, unos monitos sofisticados pues, millones de años después, pero monitos al fin y al cabo y como animales en amplio desbalance con la propia naturaleza nos conducimos. Yo le voy siguiendo con mucho entusiasmo, escucho verdades pavorosas que me emocionan hasta las lágrimas mientras me da mucho nervio estar ahí, porque todos los demás vienen de pre-incubadoras donde habían palabras y palabras, y en mi antigua incubadora como lo saben, no había tantas palabras, pero había muchas imágenes y muchas técnicas para aprender a construirlas y validarlas (ya ven... de nuevo sale el látigo). Y como siempre desde que recuerdo, anoto TODO en mis 4 papeles, lleno 8 hojas y al final de la sesión me sonrojo (otra vez un latigazo) porque los otros huevitos solo se gastaron 1.5 papeles en 4 horas.

En conclusión, que la incubadora no molesta ni es mala sino todo lo contrario. Lo molesto es saber que estar en ella -por ahora- tiene un costo y ese costo implica invertir en otras cosas como tener un vínculo con la Gordis y su sofoca. Insisto... por ahora... La Gordis loignoratodo: ayer por la tarde un teléfono abrió una ventanita de 10 segunos, y me llenó de ilusión poder salirme con la tierra mía por ese paisaje. Ya hay una fecha puesta y es en mi mes. Y digo yo (soltando el látigo) que si logro escapar por esa ventana la temperatura de la incubadora tiene grandes posibilidades de ser fabulosa y el huevo grandes posibilidades de sentirse bien con cosas que ahora le estorban.

Los planes del fin de semana consisten en asignarle al huevo las horas de calor y de palabras, en medio de otras cosas que siempre hay que hacer esos días.

Aunque se cerrara mi ventanita, tengo que acordarme de lo que dijo mi tesismate llena de buen juicio cuando supo de mi re-incubamiento: "No es oscuridad, no es estorbo, no lo veás como un tiempo en que no se puede hacer algo con lo tuyo. Es lo que en un artista se llama un retardo, que le permite retirarse un tiempo a pensar, a llenarse de ideas y de fuerza para luego regresar a construir".

miércoles, marzo 14, 2007

Secretos de oficina



Si reconocen la materia y detalles de este post,
es porque ya andamos caminaditos en los años…



En cada oficina, cada 15 años, se abre una caja de secretos inconfesables en la primera persona gramatical.

La caja de mi oficina se abrió (así, en tercera persona) hace 15 dìas. Yo estaba ahí, y hoy estoy aquí para contarlo.

Con toda su malicia preguntaba don Gui que si recordábamos la gloriosa época de la musica chiqui chiqui. Viendo que había público conocedor que no desaprovechó su infancia y se dedicó muchas tardes a Hola Juventú, que pasamos las pruebas que nos ponía y que sabíamos los coros de todos los grandes éxitos de la música tica ochentera, siguió preguntando ¿se acuerdan “De quien chon”?? Y aquello parecía un concurso de quien cantaba primero y más desafinado “de quieeen choooooon esos ojos que miran bonito mira de quieeeeennn chonnn!!!” y apuntando con su lengua al otro lado de la mesa solamente agregó: Pues en esta oficina trabaja Chon…

Al otro lado de la mesa Chon no sabía donde meterse con semejante destape que no alcanzó ni a prever y menos a detener, como el que se excusa se acusa, solamente amplió la sonrisa, roja hasta la oreja, y explicó que de algo había que comer en aquellos tiempos de juventud y que era preferible si la comida llegaba asociada a algo entretenido como estelarizar un video haciendo de Chon…

Si es que en La Provence aún de día se ven brillar las estrellitas.

(imposible conseguirla, inserte aquí su versión del éxito chiqui chiqui correspondiente)

miércoles, marzo 07, 2007

Me llamo Luca



















Hola. Tengo 7 años y me llamo Luca la Uruca. No vivo en el segundo piso como en la canción. Vivo en el primer piso y soy un árbol… aunque mi mamá, que es una humana, dice que debo ser como el árbol de su libro, es un árbol muy hermoso que se siente muy solo y le habla a los que leen el libro. Mamá me leyó un pedacito y recuerdo que muy triste nos decía “yo no quiero ser un árbol, sino su significado”.


En realidad, soy un poco enano. Desde que era una semilla me dijeron que nunca iba ser grande y que mi misión en la vida sería ser un mini. En la incubadora a mis hermanos y a mí nos llamaban bonsái… Y así fue como un día antes de algo que los humanos llaman Navidad apareció el Inge con sus largas pestañas buscándome. Mi anterior papá me metió en una bolsa y el mundo perdió el Norte hasta que aparecí en la casa de mamá Humo. Me di cuenta de que me recibió muy contenta pero nerviosa como buena primeriza. Me miraba y vi que le daba miedo quebrarme. Pero yo no me pienso quebrar. Ya no soy un bebé.


Tengo una hermana gato que se llama Pinky. Es una pesada. Una huelepedos como le dice papá Inge. Desde que llegué no hizo más que arrimarme la nariz y los bigotes, hacerme cosquillas y cuando mis papás se descuidaban le daba por agarrarme a mordiscos, a mí o a mi ángel de la Jusiticia. Ahora parece que ya se acostumbró a mi y no fastidia tanto. Solo de vez en cuando se acerca para oler a mi Fruto y mis Flores, que son la envidia de todo el edificio.


A Pinky, como no sabe ser vegetal le tienen que dar bolitas dos veces al día y cuando mamá Humo estuvo de viaje papá Inge le daba bolitas y ella hacía berrinches y las regaba por todo el piso… yo la veía con una de mis ojos-hojas y cada noche la acusaba con papá. Como yo ya soy un niño grande e independiente solo me dan bolitas cada 6 semanas… aunque esta vez mamá me dejó con hambre dos semanas más… la pobre se enreda tanto que no me escucha cuando le hablo.


Mis flores decidieron salir todas esta semana, dijeron que Fruto se sentía solo y que la luna llena de marzo las estaba convocando. Mamá dice que son unas intensas que le perfuman la cocina durante todo el día para cuando regresa de La Provence (no sé donde queda eso, pero escuchè rumores que dicen que ahí nací yo).


Luca querido… cuando tu papá me pregunto si te quería y si estaba segura de quererte en esta casa me dio mucho miedo… porque sentenció muy muy serio que eras un regalo que había que cuidar un poquito todos los días del mundo o ibas a morirte por mi descuido y mi abandono. Casi le digo que no, porque era mucho compromiso y me daba miedo quedar mal con los dos. Pero ahora que estás tan guapo y floripondio, me convenzo más de que nunca antes, ninguno de los antecedentes -peleles todos-, me dieron un regalo tan maravilloso. El Inge resultó no solo valiente a prueba de pesadas como yo, salió Inge-nioso y cuidadoso para los regalos. Debe ser por eso que andamos todos contentos con el verano y con la luna de este marzo que nos madura los frutos y nos hace echar flores.