Cura para la buena memoria II
Mientras todos veíamos con dosis (mayores o menores) de susto esas osamentas cargadas de misterio y de la atmósfera de una vida que no nos tocó vivir, ese mismo que por el Bautista y el sacerdote se llama Juan, también nos contó que antes, antes, cuando eran solo ellos sin los otros, todo funcionaba muy diferente. Y de como todo se volvió tan triste que hasta ellos mismos han dejado de ser así y se han convertido algunos en aquello que ninguno jamás quiso soñar.
Durante toda la semana, a cada hora, he seguido escuchando su voz iluminada que nos repite la lección con la certeza más grande del universo universal:
-¿Uds sabían que antes no era así como hoy? Todos mis ancestros, trabajaban diferente. Trabajaban 50% del tiempo para obtener lo material... y el otro 50% se trabajaba para el espíritu, para los Dioses que son muchos, y para la Naturaleza que es sabia. Ahora, se trabaja por lo material, como 90%, o más; y si acaso, si acaso -y enfatiza mucho la segunda vez que lo dice- algunos pocos dedican un 10% de su tiempo para lo espiritual. Y para nosotros eso no es así. Los que creemos en la sensatez de los antepasados, entendemos eso que nos hace diferentes:
No se trabaja para el tiempo.
Es al revés.
El tiempo es el que trabaja y hace las cosas para nos nosotros.
3 comentarios:
Tiempo... maldito y relativo tiempo...
ohhhhhh... esto dolió justamente ahora... Ya casi llego, a ver si cambiamos esos porcentajes. Un abrazo.
jijoles!!!!
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