miércoles, noviembre 21, 2007

Escuela para Novios. Parte II

Ya graduada de la Escuela para Novios, yo regreso aquí a ejercer mi más legítimo derecho al berreo.
Un sapiens sapiens con una guitarra al hombro y algo de voz hace una "charla musicalizada" (a la que al menos, llegamos tarde). Habla y habla como uno que acaba de aprender a conjugar los verbos. Cuando se hace insoportable seguirle los pasos a la despoesía de comparar una esponja dentro de un vaso de agua con el corazón que absorbe el Amorssssh y el Perdón, yo emigro a mi mágico mundo de colores y pregunto " ¿este tipo qué carajos está pensando de la vida condenando al fracaso????????
¿Qué es el fracaso??? Además de ser siempre una de las opciones, es una parada en la que definitivamente nos detenemos alguna vez en la vida para cambiar de autobús. Uno de las tantas respiraciones que vamos a inhalar.
El sapiens sapiens continúa. Cita las estadísticas de divorcios y la embarra. Vuelvo a poner goma loca en mi silla. No sé cuanto sentido común haga falta para enterarse de que un par de canciones no bastan para revertir las cifras e iluminar al mundo. No sé que se necesita para entender que el fracaso es un derecho humano, y un deber que de fijo todos cumplimos. Tampoco estoy yo para vivir convencida de que una relación se saca adelante pidiéndoselo a Dios todos los días durante 3 minutos. Ni que sus amigos se van a reconciliar porque entre 20 lo pidamos al cielo.
Hay un lugar impreciso en el que lo que podrían ser certezas de corazón se funden con la ingenuidad.
El tipo sigue (la tortura es grande y apenas es sábado). Ahora resulta que hay que saber soportar... Regreso al país de las maravillas, mmm... a ver, a ver, ¿qué clase de verbo es soportar? Sostener o llevar sobre sí una carga o peso; o peor aún, sinónimo de sufrir. Yo no digo que en la vida no haya que sufrir o cargar cargas de peso pesado. Digo que es absurdo poner ahí la energía cuando lo que hay que saber hacer no es soportar, sino alivianarle los kilos a la adversidad. Cosa que es imposible sin la flexibilidad que le deja las puertas abiertas a los éxitos y los fracasos que acompañan al Universo.
Soportar viene siendo una palabra asociada al terror. Al espanto de verse alguien obligado a permanecer en una situación sin derecho a mover los hilos para que cambie. O bien, cambiarse de hilos, o cortarlos si los esfuerzos son reiteradamente inútiles. ¿Se soporta o se sobrevive la falta de amor???
Soportar la parte II fue ese mismísimo espanto de permanecer sin poder cambiar nada.
El terror de terrores... permanecer para oír una homilía horripitufante: escuchar mentir diciendo que la ley dirá algo que no dice.
Reprimir (otro verbo demoníaco) el pensamiento: "Don Curita,¿usté anda en dorgas o qué??? No se habla de legalizar matrimonios homosexuales. Se trata de legalizar, de ordenar las uniones civiles con sus derechos y deberes y todo lo demás. No sea tan feo y deje de mentirle a la gente de esta iglesia de barrio fino."
Reprimir otro zapatazo, esta vez, no para un novio de otra que se levanta a decir sandeces, sino para Don Curita. Con África no se meta si no maneja bien las estadísticas, ¿se da cuenta de que reemplazar la campaña de póngale condón por una de inventar la abstinencia en la cuna de las caderas no es exactamente el trazo del camino que lleva a un continente donde el SIDA se reduce??? A mi hija nonata, no concebida y a su hermanito, les hablaremos claro aquello que haya que conversar de sexualidad. Y que las tengan tan bien puestas que sepan decir que sin forro no hay shake seguro, porque el espíritu santo podría estar muy ocupado para cuidarlos si ellos se descuidan. ¿Con todas las madres solteras y adolescentes que tenemos en este país??? ¡Vaya a molestar a otra parte!
Finalmente, todo acaba y tenemos nuestro papel. Fue más incómodo de lo que me imaginé. Una concesión cara. Una angustia más grande que la que yo pensé invertir en la Escuela para Novios.
Siguen otros preparativos de angustias variadas, para el saltar en bungee. Inalámbrico. Sentir el precipicio. Aprender a volar en el abismo.

7 comentarios:

Floriella dijo...

WOW... resumiste demasiado bien todo ese suplicio de la famosa "escuelita para novios". De espanto, viste? Pero bueh... prueba superada, papel en mano es lo que importa. Las sandeces quedan atrás y se pueden olvidar.
Saludotes!

Denise dijo...

Jejeje, pobrecita Humito! Pero ya lo tenés, nena, y se acabó, lo demás es más divertido!!! :-D

Murasaki dijo...

Sobreviviste! Eso es lo importante ;)

Sirena dijo...

alivianar las adversidades!!!!! eso contestaré cuando me digan que oir qué me sacrifico... de veras que no... y ya... check

Sirena dijo...

Por favor alguien que me aclare qué quise decir con ese comentario... "que oir qué me sacrifico" ¿qué es eso????

Humo en tus ojos dijo...

SIre: ¿ves??? la palabra es fuente de malos entendidos jejejeje yo tampoco entendí pero quise interpretar algo como que cuando tenga que oír que me sacrifico... en fin hay cosas que hay que oír como oír llover!

maya dijo...

Ay humito... que cosas hay que pasar a veces!!!
La ventaja... es que ya tenés vía libre... la desventaja... es que tuviste que pasar x esas "tertulias" que son tan cerradas y tan medievales...
Abrazos...

Pd... cuando es la despedida???