Intercambio de quirófanos
A veces, un alma amiga nos hace abrir las tapas de un libro que atesora.
Con palabras llega un regalo que no es un libro, es un bisturí para hacernos una cirugía importante en alguna parte enquistada del espíritu. Sin anestesia y sin enfermeras que cuiden de la cicatriz.
Mi regalo, ese que me fue leído la primera vez hace 24 años cuando yo sola no podía, decía:
"La palabra es fuente de
malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más
cerca..."
El bisturí de la cirugía que me corresponde, a la página 40 de 274, además de los nervios y el dolor de corazón que me da al pasar las páginas, me hace sentir el frío más frío del metal, y el calor de la sangre hirviendo a punto de salir.
5 comentarios:
Uy.. yo no me acuerdo cuándo lo leí por primera vez, y no sé tampoco cómo me sentiría de leerlo ahora, pero hay libros así, que dejan instrucciones precisas para muchas cosas.
Malentendidos... mi síntoma... ¿también es el tuyo?
Denise:Instrucciones precisas e imprecisas, la cosa es que una se da cuenta que algo hay que hacer a partir de todas esas palabras
Sirena: Yo sospecho que es un síntoma de todos los que hablamos, que se agrava en ciertas situaciones.
Preciso e impreciso, eso es lo qe hace maravilloso al ese pequeño niño de otro planeta, que después de contarnos su historia -y nosotro/as haberla entendido- por vez primera, se vuelve permanente en la cotidianeidad... increíble no?
Saludos,
Es simplemente lo máximoooooooooo
L'essentiel, est invisible aux yeux....
un abrazo
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