jueves, enero 24, 2008

El aeropuerto del país de las maravillas

En mis sueños más lúcidos, yo tengo un aeropuerto donde nunca he visto un avión, porque ninguno de mis pasajeros es tan torpe como para necesitar un aparato lleno de tuercas y ruidos extraños para llegar a donde quiere.

Y como yo soy soñadora, como creo en la locura, y porque he estado ahí y he visto esos lugares donde se soplan las ilusiones descabelladas con palabras y con música, es que me consta que los levitadores existen y que su magia es poderosa.




Por ellos, todos los que saben volar y los que empiezan a hacerlo, es que siempre supe que era cierto cuando dijiste que "la cercanía no depende de cosas tan despoéticas como estar en la misma habitación".

En alguna de estas noches de luna llena paso a recogerte para irnos flotando hacia el Norte, hasta llegar unas cuadras más allá de un punto impreciso desde la puerta principal de Bellas Artes. Me debo un paseo por Oaxaca desde hace mucho, así que los dejo solos un rato (habrá mucho de que hablar).

Cuando regresemos, él nos va a tener que acompañar; ¿cómo no va a estar aquí para la fiesta que vamos a hacer en honor al fabuloso espíritu de la posmodernidad?



la ilustración de esta vez, la hizo yours truly hace algunos años cuando comenzó a tener estos sueños flotantes...

4 comentarios:

Sirena dijo...

¡gracias Humoooooooooo!!! Te quiero muchoooooooooo... esto es tan importante para nosotros... ¿puedo mandar ese cuadro desde ahora para el norte? ¿es que así la mudanza es más liviana!!!!

Lau Fu dijo...

Yo también vuelo en mis sueños, aunque a veces parezca despierta.

Humo en tus ojos dijo...

Sirena: Pues que pregunta ¡claro que podés!!! Mandá el cuadro, el post, lo que sea necesario para empujar las cosas buenas se manda por los rincones de la atmósfera!
Además tengo copias autorizadas!!!

Lau fu: pues bienvenida al club de los voladores!

Sirena dijo...

Vine a robarme estos pies... ¿esta bien?