Una barra de jabón gastada
Por la calle, se ven cosas insólitas, como su barra de jabón azul que ya se gastó, y no enjabona. No huele. No provoca nadita nada. Ahí ya no duele.
Lo insólito se mira gracias al verde intenso de las últimas semanas. Se aclaran cosas, los silencios dan frutos y algunos cristales se empañan en el camino.
Muevo hilos, y espero. Esta posición no la reconozco.
4 comentarios:
A mí también me hacía falta leerte! Pensé que el silencio sería por siempre, así de fatalista, pero me alegro de que pasés por aquí. Un abrazote enooorme!
hay silencios de silencios... a veces uno no se reconoce, y a veces uno se re-conoce...
Creo que entendí bien que no entendí lo que otros entienden; perdone, el humo me cierra no solo los ojos y no veo señales de humo en lo que escribió. ¡Ah, tontico yo!
a veces eso que parece gastado en realidad es reflejo de su gran utilidad :)
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