Pinky y Cedebro-bro-bro-bro

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Pinky es así. Suave y peluda. Le dejás comida en el plato y se la empieza a comer…si quiere. Se la termina cuando le da la gana. Tiene un platito para el agua… pero ella prefiere beberse el agua de los floreros aplastados, tiene más sabor beber agua estancada de margaritas. La llamás para que entre a la casa y regresa cuando le da la gana. Se lame los pelos y el culo enfrente de las visitas, porque le da la gana. Le da ñangazos al Conde de Montecristo porque le da la gana. Te brinca encima en medio de la noche y te muerde el dedo gordo justo cuando ya te ibas durmiendo; y aunque uno le grite, pone carita de yonofui y entiende que querés descansar solo si le da la gana. Se mete a dormir en lo alto del closet acolchada entre los sueters que tenés doblados, porque le da la gana ahí, no en la cama, no en el piso, no en los sillones. Le ponés la mano para que se acerque y te huela… pero como no le da la gana sigue de lejos. La alzás para abrazarla y hace de todo para irse. Pero cuando por fin te acercás, la agarrás y encontrás exatamente donde acariciarla, se deja chinear como el animal que ya conquistó el mundo, el más vagabundo, achina los ojitos y te hace el sonidito: ¡No te detengas por favor! ¡Sigue que quiero más!

Hasta hace unos meses Cedebro pensaba de los gatos que fuchinojodan, que era Ella era más una persona de perros, como los perros. Con la lengua jadeante y la baba afuera, mariqueando un chineito. Pero desde que decidió que en la casa lo que hacía falta era un gato, porque ya era demasiado soportar todos los años la invasión ratonil de alguno que sale huyendo de las inundaciones en el lote mal cuidado contiguo, se ha ido dando cuenta que Ella se parece más a un gatito. Se pone difícil, como si no necesitara de nadie. Sale corriendo a descansar en sus rincones cuando ya no soporta más nada. La verdad es que se desarma por un poquito de cariño. Y cuando lo tiene, no quiere que la dejen, no quiere que se acabe.

‘Hasta no haber amado a un animal, una parte de nuestra alma permanece dormida’

Anatole France – Francés, Premio Nobel de Literatura 1921

Frase tomada del calendario 2006 año del perro, mes de noviembre, publicado por la Alianza Ad Honorem (donan su trabajo por la causa Pastelito y La Verdadera entre otras)… está divino, si quieren uno, quedan 19 en la Librería de la EUCR diagonal a Policromía en San Pedro, solo 1500 colones.

¡CORRAN QUE TENEMOS QUE CONQUISTAR EL MUNDO!