domingo, junio 18, 2006

Read, and the force will be with you

Tomarle la palabra a alguien no ha dejado de ser riesgoso. Sobretodo cuando a uno no le funciona la bola de cristal para saber si valía la pena. Yo por ejemplo, le creí a Buenoparanada cuando me dijo había solo unos cuantos libritos... pero no muchos... Y nunca me había tomado la molestia de investigar por mi cuenta. El lunes pasado, Serafín me viene a informar, que tengo derecho a presupuesto para solicitar libros para impartir y preparar mis clases, que eso ocurre una vez al año, y es en el mes de octubre (ya voy preparando mi listica). Entonces, una vez más... el que no sabe y el que rechaza sin saber... es como el que no ve... no oye... no siente.

Emperrada por pedir en préstamo unos videos de Carlos Fuentes, superé los días, las horas y la burocracia: quedé en calidad de funcionaria, debidamente inscrita como usuaria del Depósito Provenzal de Información Clasificada en Estantes (de ahora en adelante, el DPICE, para que suene bien institucional!).

En la misma semana también descubrí el expediente ‘online’ del DPICE... y encontré más cosas interesantes de las que esperaba. De repente ya buscaba con mi larguísima lista de códigos... recorría los pasillos del DPICE y como dijeron por ahí, casi que pedí un carrito de supermercado para echar además de lo ‘estrictamente necesario’, los antojos de ocasión.

Llegué a la ventanilla de préstamos con una torre de libros que incluía una joyita escrita por mi amada Doña Susan Peterson sobre el inspirador trabajo cerámico de Don Shoji Hamada....

A la salida, mi voz interior dice yupiii.... adiós a aquellos días de universitaria en los que tenía que acordarme de renovar los préstamos. No hago más que verle ventajas al DPICE. Es una maravilla. Soy dueña de toda mi torre por un mes, que incluye vacaciones para aprovechar mi promiscua selección.

Digo promiscua por lo diversa. Buscando los libros y los códigos de mi lista agrupados bajo conceptos específicos, otros me decían ¡pssssssssst psssssstt, mírame, ábreme, muérdeme! (pero no me hice ni grandota ni chiquita, como en el cuento). Y yo escogía si sí o si no.

Es totalmente deliberado. No es deficit atencional. Aviso que a partir de aquí este se convierte en un post de fútbol, a tono con el mes (y con esa vergüenza que nos da el estado ridículo de las cosas a nivel nacional). Y los que no gusten, que pueden detenerse y abandonar mis señales de humo.

Yo que siempre me declaré futbolera pancista porque me daba igual que ganara cualquiera porque nunca he escogido equipo, que nunca he entendido a dinámica del fútbol ni la de ningún otro deporte de pelota, que siempre he dicho que las únicas pelotas que me interesan son las del hombre que quiera estar conmigo y con quien yo quiera estar. Yo que siempre fui, desde niña, aquella a quien las capitanas del equipo de elástico (en el kinder), de quedó con bola o de kidball (en la escuela) o de basket (en el colegio), escogían entre las últimas cuatro nada más porque era la amiga de la amiga de la amiga de la mejor amiga de la capitana number one. Yo que solo he apreciado el fut en términos de piernas masculinas, yo que he querido ponerme diz que intelectual y artística al respecto mirando con el rabo del ojo, diciendo que mejor hago otra cosa... empiezo a verle otros ángulos. Porque si le prohíbo a mis alumnos escribir ‘no lo entiendo, ergo no me gusta’ o viceversa, lo mínimo es ser consecuente y consciente de que yo no puedo descartar de un manazo todo lo que un deporte genera porque no lo entiendo.

Y cuando digo no lo entiendo, hablo en serio. No poseo esa inteligencia. No entiendo un carajo de la dinámica y las reglas del juego. Algunos valientes se han tomado la molestia de explicarme, pero es inútil. No creo que se deba a un ‘no me interesa entender’. Creo que es otro de esos códigos que me explican una y otra vez, y que si yo fuera jugadora me brincaría. No necesariamente con malas intenciones, sino porque tengo problemas con seguir códigos. Tengo grandes habilidades para olvidarlos (con la misma facilidad con la que confundo izquierda y derecha cuando voy manejando).

Justo ahora que no tengo tele, me sorprendo dándome cuenta que quizás sí quiero ver algunos partidos. Y que es un interés claramente social (agregemos esto a mi lista de cosas que no haría sola... junto con el episodio traumático de mi única ida al cine sola, que aun no posteo). Si alguien tiene alguna incomodidad u objeción respecto a la índole social de mi interés... pues también lo invito a abandonar ipso facto el post y reunirse con los que ya lo hicieron.

Hace un tiempo jamás se me hubiera ocurrido que aunque no entienda nada, bajo el pretexto de ver a nuestras flamantes figuras futboleras, no estoy impedida para divertirme con la organización de un campamento de refugiados, desayuno revolucionario incluido. Que aunque el interés de rubia honoraria me dure apenas para el primer tiempo (tampoco era material de calidad como para arrancarle el interés a una aprendiz de interesada en el asunto), lo gocé mil.

No es DA. El último libro de mi torre, es uno anaranjadito, de esos que me gritaron ppppsssssssssssssst!, es ‘El futbol a sol y sombra’ de Galeano. Su descripción del gol de Zizinho me hizo sonreír tanto que seguro fue como haberme agrandado (como en el cuento), y así agrandé mi torrecita.

Ya con más calma, de lo que voy leyendo, cosas como esta son las que me pinchan y me ponen en mi lugar:

“¿En qué se parece el fútbol a Dios?. En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que el tienen muchos intelectuales.

En 1880, en Londres, Rudyard Kipling se burló del fútbol y de "las almas pequeñas que pueden ser saciadas por los embarrados idiotas que lo juegan". Un siglo después, en Buenos Aires, Jorge Luis Borges fue más que sutil: dictó una conferencias sobre le tema de la inmortalidad el mismo día, y a la misma hora, en la selección argentina estaba disputando su primer partido en el Mundial del '78.

El desprecio de muchos intelectuales conservadores se funda en la en la certeza de que la idolatría de la pelota es la superstición que el pueblo merece. Poseída por el fútbol, la plebe piensa con los pies, que es lo suyo, y en ese goce subalterno se realiza. El instinto animal se impone a la razón humana, la ignorancia aplasta a la Cultura, y así la chusma tiene lo que quiere.

En cambio, muchos intelectuales de izquierda descalifican al fútbol porque castra a las masas y desvía su energía revolucionaria. Pan y circo, circo sin pan: hipnotizados por la pelota, que ejerce una perversa fascinación, los obreros atrofian su conciencia y se dejan llevar como un rebaño por sus enemigos de clase.

Cuando el fútbol dejó de ser cosas de ingleses y de ricos, en el Río de la Plata nacieron los primeros clubes populares, organizados en los talleres de los ferrocarriles y en los astilleros de los puertos. En aquel entonces, algunos dirigentes anarquistas y socialistas denunciaron esta maquinación de la burguesía destinada a evitar la huelgas y enmascarar las contradicciones sociales. La difusión del fútbol en el mundo era el resultado de una maniobra imperialista para mantener en la edad infantil a los pueblos oprimidos.

Sin embargo, el club Argentinos Juniors nació llamándose Mártires de Chicago, en homenaje a los obreros anarquistas ahorcados un primero de mayo, y fue un primero de mayo el día elegido para dar nacimiento al club Chacarita, bautizado en una biblioteca anarquista de Buenos Aires. En aquellos primeros años del siglo, no faltaron intelectuales de izquierda que celebraron al fútbol en lugar de repudiarlo como anestesia de la conciencia. Entre ellos, el marxista italiano Antonio Gramsci, que elogió "este reino de la lealtad humana ejercida al aire libre".





pd: la mejenga, es una serigrafía que me regaló un pintor que es amiguito mío, R. Ávila

11 comentarios:

Solentiname dijo...

Yo padezco de lo mismo respecto al futbol y es elibro me lo compré, me lo estoy leyendo y me encanta. hay otro buenísimo, que se llama Fuera de Juego, de un tico, Carlos Sandoval.

Sirena dijo...

ehhhhhhhhhhhh soy del comité convertidor de masas... tengo en mi haber dos conversiones tuyas: de "no tomo café" a la cofee Junkie (por cierto, tengo lista la cafeterita pa´devolvértela) y de "no me gusta el fútbol" a -por lo menos- futbolera social... ¡Cuídense masas de que me convierta en monja cumpliendo mi anuncio de hace unos días!

Anónimo dijo...

Aqui entre nos, en el partido de la inaguración, grite, brinque, madrie, como todo galán futbolero, claro que vi el partido junto con una amiga tan ingnoranta como yo... soy conciente que el único incentivo era ese engañoso apego al de nacionalismo, que cuando una tiene pequeños lapsos de conciencia universal, parece solo otra más de la larga lista de etiquetas sociales... Pero bueno, mea culpa.. eeeeehooooo.

analu dijo...

Jaja a mí me encantaba el futbol cuando estaba en la escuela, soñaba con ser otra Adriana Durán y me sentaba todo el domingo con libretita en mano a anotar estadísticas y demás en los 5 partidos que me tiraba en el día.

Hoy me gusta menos el futbol y me pregunto que carajos tiene para ser en serio taaaan popular... me gusta, mucho, pero no entiendo adonde tiene eso mágico de gustarle a todo el mundo sin distinción.

Y si, los intelectuales le huyen, supongo que eso prueba que no soy intelectual.

Saludos

Jaqui dijo...

2 post por 1?

Me gusto. Por parte de los libros: envidia. No más. Envidia.

Por parte del fútbol....a mí me entretiene...y que carajos! soy fiebre...motivo por el cual no he querido escribir sobre el tema.

:D

Saludos!

alefux dijo...

humo, he de confersar que el mouse se movía varias veces sobre la "x" (pa cerrar la pág), pues mi masculinidad no incluye el futbol... eso es contradictorio pa algunos, mas pa mi no...
en fin, yo al igual que vos lo veo, lo disfruto, lo socializo y funka como herramienta anti-aburrimiento, claro, debe ser una actividad grupal para mayor disfrute...
ya le había hecho saber a cianuro mis típicos ridículos sobre el asunto, como pegar gritos y hacer horrible aunque no pase nada... pero eso no me pone tanto en evidencia como cuando me preguntan algún nombre de un jugador o alguna posición...

en fin... saludos... jajajaja... por cierto, felicidades por integrarte a tan prestigioso grupo de usuarios de la DPICE

Madio dijo...

hola!!! tres hurras por el campamento de refugiados!!! jejeje.. por cierto, me gusto la cerami-conversacion de ese dia.. y respecto al fut, pues apoyo a alefux.. simplemente no es lo mio!! jejeje

zuzurro dijo...

pasaba a decir gracias!

weeeeeeeeeee

Damián Arroyo dijo...

a mi me encanta el futbol, es un deporte muy tuanis... esta bien qeu existan grupos economicos qeu lo manejan, pero no deja de ser un deporte qeu a muchos divierte! y en muchas ocaciones es lo unico que hace a muchos hacer actividad fisica o por lo menos brincar todos los domintos en el estadio. viva el deporte y viva el futbol...

pezenseco dijo...

Lo de DPICE es adrede por DesPIChE? (Perdón).

Humo en tus ojos dijo...

Sole: a propòsito de libros.... ya hasta pena me da con el de las chineses!!!... Ya casi salgo a vacaciones, así me puedo acomodar al horario de cualquiera!!!

Sire: gracias por el apoyo en las conversiones! pero de monja no te queremos ni un poquito nada!!!

Pri: yo digo que es una etiqueta solo si uno quiere que lo sea... de lo contrario, bien puede ser una exusa para entretenerse!!!

Analu: yo no te lo puedo explicar porque sencillamente no capto nada bien cómo es que se juega (para mi hay que meter la bola en la red y ya)... lo cual prueba que mi '`poderoso' intelecto tiene un lìmite muy concreto jajajaja

Jaqui: 2x1 exactísimamente!!! Casi como los libros... que fui por dos salí con 8...

Alefux: pues que bien que te aguantaste el humo en los ojos y no te juiste! La masculinidad, para mí, bien puede prescindir de muchas etiquetas sociales... pero es indiscutible que siempre hay un par de cosas indispensables...

Cianurito: ¿verdá que sí? otro día seguimos la conversación en el taller, ya con la materia prima en vivo!!!

Zuzi: De nada! Cruzaré mis dedos y que la juerza nos acompañe en esta!!

Onironauta: Sos todo un hincha!! yo lo sé! Y si es por verle todos los lados saludables y buenos... pues ojalá que siempre pudiera ser así!!

Víctor: buajajajajajajajajajaja... pues no no era por eso... porque en tan caso las siglas le calzarían al pelo a más de una dependencia ( a lo largo y ancho del país) y entonces sería una gran confusión porque a las iniciales habría que agregarles algún código numérico