Lo que sube como las palmeras cae como los cocos
Repaso número uno.
El 2006 viene como decidido a no dejarme pasar por alto lecciones importantes de la vida. Meditaba esta linda criaturita bajo el sol, la mejor manera (que resultó ser algo prosaica) de venir a contar que andando por las calles del mundo, hoy fui a dar a una diminuta y casi deshabitada isla del Mar Caribe. De puro cabezona, me rehusé a cargar la cámara (como tantas otras veces), con tal de no esclavizarme por lo del momento Kodak. No tengo fotos que enseñar, pero imagínense pues, una islita del país de las maravillas.
Pensaba yo en como cambia la Historia, según el punto de vista... en aquello que me contaban y comprobaba yo con mis ojos, ese pedacito de mundo que fue alguna vez territorio celosamente custodiado por cañones y cañones... por ahí pasó el oro del nuevo mundo, en su largo tragín hacia las arcas españolas... pensaba yo en los piratas cojos con pata de palo, los barcos con tesoros hundidos, los hombres de mar. Pensaba yo en la huella tan fuerte que dejan los seres humanos en lugares como éste, que siglos después siguen siendo zona fértil para los negocios ilícitos.
Mariposeaba yo con mis pensamientos, y me dedicaba a verlos pasar como nubes, que en el mar la vida es más sabrosa...
¿Y qué más puedo decir?
Que en esta Tierra la ley de la gravedad no perdona, y que las cosas -todas, tarde o temprano- caen por su propio peso.
Corrongísima estaba yo con mi bikini bajo el fuego hermoso del sol de la tarde, con mis lindos coqueteos con el yoga y el savasana...
Bien que me lo advirtieron los paisanos, en broma y en serio.
A un metrito nada más de mi cabeza se oyó:
TOC!
El 2006 viene como decidido a no dejarme pasar por alto lecciones importantes de la vida. Meditaba esta linda criaturita bajo el sol, la mejor manera (que resultó ser algo prosaica) de venir a contar que andando por las calles del mundo, hoy fui a dar a una diminuta y casi deshabitada isla del Mar Caribe. De puro cabezona, me rehusé a cargar la cámara (como tantas otras veces), con tal de no esclavizarme por lo del momento Kodak. No tengo fotos que enseñar, pero imagínense pues, una islita del país de las maravillas.
Pensaba yo en como cambia la Historia, según el punto de vista... en aquello que me contaban y comprobaba yo con mis ojos, ese pedacito de mundo que fue alguna vez territorio celosamente custodiado por cañones y cañones... por ahí pasó el oro del nuevo mundo, en su largo tragín hacia las arcas españolas... pensaba yo en los piratas cojos con pata de palo, los barcos con tesoros hundidos, los hombres de mar. Pensaba yo en la huella tan fuerte que dejan los seres humanos en lugares como éste, que siglos después siguen siendo zona fértil para los negocios ilícitos.
Mariposeaba yo con mis pensamientos, y me dedicaba a verlos pasar como nubes, que en el mar la vida es más sabrosa...
¿Y qué más puedo decir?
Que en esta Tierra la ley de la gravedad no perdona, y que las cosas -todas, tarde o temprano- caen por su propio peso.
Corrongísima estaba yo con mi bikini bajo el fuego hermoso del sol de la tarde, con mis lindos coqueteos con el yoga y el savasana...
Bien que me lo advirtieron los paisanos, en broma y en serio.
A un metrito nada más de mi cabeza se oyó:
TOC!
3 comentarios:
anadabas en La Habana? Santo Domingo? quién era el que tocaba?
Qué bueno que ya estás de vuelta!
Sole, en Panamánomá, aún no estoy de vuelta :)
Aunque pronto debo. Literalmete se trata de una isla diminuta.
En todo país están estos lugarcitos que dificilmente te encontrás en una guía turística, y que solo las verdaderas almas locales conocen. Por aquí donde contaba yo, rejuntaban los españoletes sus cargamentos de oro robao -debo decir- de Perú, Venezuela, Ecuador y Colombia. Y de Portobello ya contao y pesao lo mandaban pa la 'Madre Patria'.
TOC!-ó el coco que casi me cae en la jupa...
Lo importante es el casi!! Y que mejor manera de empezar el año que la que estás viviendo. Aprovechá por nosotros.
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