viernes, mayo 05, 2006

¿Quién dijo fuego?



No pensaba poner nada acerca de esto… pensaba seguir con la historia de aquella vez cuando Tragique fue al cine. Pero gracias a la irresponsabilidad de un transportista me di cuenta de que se trata, en este momento, de la inversión más importante que estoy haciendo. Y no necesariamente por el valor monetario. Habría que ser muy menso para dejarse así no más de uno que te deja esperando dos horas creyendo que no se me iba a salir el carácter de yegua mal amansada. Otra no lo hace, pero yo cambié de transportista y al que llegó dos horas tarde lo mandé para su c...asa. Si pido que me lleven de A a B (siendo A un pueblo camino al Caribe y B el Humihogar) un horno de cerámica… quiero que me lo traten como tal… no como un ‘mueble o sillón grande’.

Lo que en algún momento fue una suma de complicaciones, pasó a ser una suma de casualidades, ¿acaso los hilos de la Divina Providencia – ‘she moves in mysterious ways’- que tanto menciona don Gui?) Y anoche me terminan dejando en mi casa mi maquinita de hacer fuegos (de momento encenderá hasta la otra semana cuando el electricista-doctor me arregle el problema de entendimiento macho-hembra… hay órganos que sencillamente son incompatibles para arder) .

Hilos para este post: Alguien me recomendó hace un par de meses buscar muebles en ventas de garaje de gringos o extranjeros que se van y lo venden todo. Alguien desconocido me tiró en el garaje un periódico con puros anuncios clasificados. Yo lo veo y me pongo a marcar, como la más obediente (algún día aprenderé mejor el arte de la desobediencia) los anuncios con ventas de garaje. Humimamá llega para almorzar un domingo y me ve con el periodiquito. Lo ojea, y de una vez pregunta y señala que si ¿ESTE anuncio no lo has visto?Se vende equipo para taller de ceràmica’. Y Alguien me enseñò en la universidad a alimentar el espíritu, a hacer las cosas con amor, a poner atención a los detalles técnicos… Pero lo más importante, esa Alguien me enseñó que preguntar (todavía) es gratis. Mientras tanto de la tía Lina, la que rima con vina, aprendí que para vinear bien, a veces preguntar no basta, sino que al mejor estilo de periodismo provenzal, hay que movilizarse al lugar de los hechos para ver las noticias en vivo … Y alguien que hacía muchos años, mientras yo estudiaba y hacía mis berrinches de asistente malcriada pidiendo materiales para trabajar, hacía cerámica pola con moldes de paticos, ositos cariñosos, leones y gatos recostados, tortuguitas y elefantes, destartaló su viejo horno de tanto usarlo, pidió un préstamo al banco para comprar uno nuevo. Y cuando por fin lo tuvo, vio casarse a sus hijas, y vio que ese era el fin de su empresita, cuando pasaron los años, se canceló el préstamo y el fuego nunca llegó para su aparato nuevo.

Dicho de ese modo, me anuncio a mí misma y a todo el que quiera leerlo, que ya no solo tengo mis pelotas de arcilla roja, blanca y rosada. Ahora, luego de mucho suspirar por uno, de envidiar a los que lo tuvieron primero, y de una buena dosis de hermosas casualidades que tejieron mis redes, tengo mi propio horno. Tengo como hacer mi propio fuego controlado. Que he querido muchas cosas, a muchas personas. Que muchas no eran necesarias. Que muchas se fueron. Que muchas eran capricho. Pero si uno quiere algo durante tanto tiempo, pues algo habrá ahí como para que ese deseo sea un deseo que se mantuvo en forma por años.

A veces oigo cosas… como que hay oficios en vías de extinción y profesiones que desaparecen mientras llegan otras (odié a Saramago cuando leí La Caverna)… y me entran estas dudotas marca ACME: que si habré hecho bien, que si no me habré equivocado de carrera, que si no era mejor algo más ‘contemporáneo’, que si no era mejor poner la energía en otra parte. Pero es cuando paro antes que la mente me siga traicionando, y me acuerdo de don Shoji Hamada diciendo que trabajar arcilla es estar en contacto con la raíz de la vida, de mi abogada A. Murillo R., diciendo en mi defensa que entre más cerca de la tierra mejor, y de Doña Susana Peterson cuando comienza por decirlo así:

"La palabra ‘cerámica’ se refiere a todos los materiales inorgánicos no metálicos que se solidifican a altas temperaturas. La cerámica es más resistente al calor que cualquier otro material de la Tierra. Desde el inicio de la historia, hasta lo que podemos ver del futuro, hemos dependido y seguiremos dependiendo de la cerámica.
Me gusta pensar que iremos a la Luna en una vasija esmaltada. Evidentemente no es cierto, aunque toda la parte exterior de una nave espacial esté recubierta de cerámica para resistir las altas temperaturas."

Que no es una afimación literalmente verdadera, pero como metáfora, se le acerca con bastante exactitud. Para los que han sabido controlarlo desde hace miles de años cuando ocurrió por accidente la primera vez, el fuego regala cosas impresionantes. Y entonces ya no me siento tan perdida en el camino.


2 comentarios:

Solentiname dijo...

jejejejeje... enchanté de haber hecho la recomendación. De hecho creo que pronto la pondre en práctica yo misma.

Humo en tus ojos dijo...

Dale! Quien quita un quite y te encontrás justo con ese chunche que llevás años deseando!!!!!!!!