lunes, mayo 01, 2006

Negando los momentos postmodernos II**


Entre lo que uno aprende, lo que uno aprehende y los traumas de adolescente, uno termina (o debo decir empieza desde muy joven) asumiendo roles y convenciones sociales sin cuestionar nada, sin que medie un manual explícito –mucho menos sensato- de procedimientos. Estas cosas las harás así y aquí. Y de preferencia con estas personas. A lo sumo con aquellas. Como si fuera La Verdad Absoluta que todas esas reglas de pedestal ayudan en algo a construir un espíritu seguro. Y de burros nos dedicamos a cumplir y rendir cuentas a esa falsa verdad.

Yo por ejemplo, colecciono en mi antología de relatos de Tragique preadolescente, un episodio muy bochornoso y muy ridículo que por años ha hecho que me cuide a extremos absurdos, con tal de no volverme a ver en una situación con el mínimo parecido (coming soon during the week: Cuando Tragique fue al cine aquella vez, o el bochorno preadolescente).

Luego de un rato de hilar grueso y delgado, berreaba en mi comedor (que ahora es redondo y con sillas) porque esa versión, que esconde el momento posmoderno de cómo nos conocimos Las Parcas, maquinada y maquillada para los no blogueros (porqué hubo esa necesidad es otra historia), no era creíble para los que me conocen hace mucho. No hubiera ido sola a un concierto, de nadie, no está en la lista de cosas que yo hago sola y tranquila, y todavía menos me hubiera puesto a socializar con personajes desconocidos…

Bueno… casi había olvidado que hay una excepción y seguro tiene que ver con las mismas convenciones sociales, o las libertades re-adquiridas que da un ambiente ajeno, el poder del anonimato y estar rodeada 100% de extraños, en el que uno se permite hacer lo que normalmente no haría (o el super yo de vacaciones)... Una vez en Barcelona, fui sola a un concierto de Serrat (porque Don Serrat es Don Serrat, y hay que ver lo que es cantándole a su gente, en su tierra). Reconozco que no fue solo por él, fue también por hacerle berrinche a mi compañera de viaje que se puso pesada creyendo que yo solo estaba ahí para acompañarla con sus planes.

Pero dejando las reflexiones colaterales, la cosa es que con unos recortes y ajustes por aquí y por allá, la mentira quedó lista, y así la próxima creatura del bosque, del humarascal o del mar que pregunte ‘¿y cómo se conocieron uds tres?', no nos va a tomar desprevenidas, rompiendo el silencio incómodo con la respuesta rebuscada y sin compromisos, explicando así el origen de ciertas amistades:

-Nos conocimos en un foro de comunicadores – © de Maya, inserte aquí una carcajada que desconcierta a quien pregunta-.

Creemos que nuestra mentirita blanca (que no se diga que Las Parcas somos unas grandes cuenteras) es verosímil, pues es una mentira que cierra todo el círculo y no deja hilos sueltos por fuera. Es hasta fiel a situaciones que de verdad ocurrieron. La vida da muchas vueltas… hilos van hilos vienen, hilos se enredan. Hilos que nunca pensamos… de repente… se cortan. Y para bien.

Hay gente que tiene el poder de desamarrar cosas en uno, de soltarle los hilos, para seguir con el tema. No imaginé, que el día después de tejer la mentira, condimentando mi promiscuidad musical con mantras en la voz de una alemana de origen medio indú, un músico inglés que vivió el esplendor hippie de los 60’s y un flautista nepalés, iba a estar en un concierto sola y tranquila, sin remordimientos, sin culpas, sin prejuicios, sin complejos.

Hilando grueso fui con alguien: Me puse de acuerdo con la ‘ticher’ de yoga para irnos juntas y pasar a comer algo primero. Hilando delgado yo planeaba ir con alguien que no fue, no había comprado entrada, tenía reservación para dos y la ‘ticher’ ya tenía la suya por otro lado, bien lejos. A la salida ni nos vimos. Entre-ver que hay fabricantes de cortinas de humo que lo hacen sin hacerse humo en la cabeza (ni en sus ojos) y la total frescura de la ‘ticher’ para preguntar que si alguien quería ella iba, sola, pero que podíamos ponernos de acuerdo, algo detonó un cambio de actitud.

Fue como abrir una puerta que permaneció cerrada con doble cerrojo y triple candado, pensando que en la habitación de adentro vivía el Coco, el Viejito del Saco o el Mostruo Comeniños del closet. Pagué mi entrada cuando llegamos, sabiendo que en realidad iba a sentarme sola por dos o tres horas, y no entré en el característico modo panic-k-ing ‘¡huyamos a toda velocidad por la izquierdaaaa!!!’. Más bien puedo decir que me fui feliz porque estuve ahí. Me hubiera perdido de algo que me gusta mucho, solo por cederle terreno a mis ‘reglas’ tontas para que sea posible disfrutar ciertas cosas yo solita.

Y tenía que dar los créditos por el empujón posmoderno ;)


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*Deva Premal es la que canta, Yemayá Assesu, es una canción africana -quedo debiendo de dónde, sobre el momento en que las aguas de un río llegan a mezclarse con el agua de mar... porque el agua hay que dejarla correr...

**(En efecto, el título de este post dice II… porque para publicar el I necesito autorización de los personajes involucrados, o me meto en un problema por otra violación al código ‘bloguético’)

5 comentarios:

Ana dijo...

Es un relajo eso de negar momentos postmodernos!!

Mirá, cuando leí el título me busqué por todo lado el I, tan engañada yo! Por otro lado, me parece bien eso de seguir con el código blogético, si no dónde van a parar tantos momentos postmodernos? jaja

Hay que hilar grueso y delgado a ver cual sirve, al rato termina uno hasta siendo parte de un Comando que tiene que ver con una fruta obra del demonio!!

Edmundo Dantés dijo...

Pues aqui estamos pendientes de la Prequel o sea, el episodio I. Siempre que te leo me robas una sonrisa. Que tengas una linda semana (si ya se que esto se dice el lunes y no el martes, pero no importa, los buenos deseos no son siempre esclavos del calendario) Un abrazo, mon chere. =)

Sirena dijo...

O sea... cualquier parecido con cierto árabe es mera coincidencia habibti...
Yo no sé si el episodio I será publicable.. tendrá que pasar el control de la Santa Blogisición.

Alfonso Chacon Rodriguez dijo...

Vale entonces el descubrimiento, de que la soledad no es tan trágica, ma chére Tragique. Porque nunca estás sola, casi nunca a decir verdad. Así que cuando lo estás... te descubrís alegre, algo inconfesable en la sociedad de solo=loser.

Anónimo dijo...

hola estaba buscando el significado concreto de "Assesú Yemayá" nose.. es algo totalemte inspiarador .pero me gustaria ocncoer conxcretamente cuales su significadoo..